El jujeño Gerardo Morales fue el único de los gobernadores de la oposición que pidió la aprobación del Acuerdo de Facilidades Extendidas que negoció el Gobierno con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Hasta el último momento de esta semana, Juntos por el Cambio (JxC) se debatió entre abstenerse o rechazar el proyecto de ley del Poder Ejecutivo. Finalmente, la bancada opositora le aportó al presidente Alberto Fernández unos 111 votos afirmativos. Sin esas voluntades, el oficialismo no obtenía la mayoría y naufragaba hacia la incertidumbre.
El gobernador radical destacó como un hecho “altamente positivo” la votación en la Cámara baja, elogió a Sergio Massa por su rol “articulador” en las negociaciones y se convirtió en una de las pocas voces opositoras de peso que, hasta este domingo, repudió la agresión que sufrió la vicepresidente Cristina Kirchner en su despacho. Sin embargo, se mostró pesimista sobre el cumplimiento del pacto con el FMI: “Así gobierne Mickey Mouse, el próximo gobierno va a tener que renegociar la deuda”.
«Ha sido un hecho altamente positivo, una expresión del triunfo del diálogo sobre la insensatez. Ha perdido la grieta y el campeonato difamatorio que proviene del Frente de Todos y de Juntos por el Cambio. Vengo planteando el diálogo sobre este tema desde diciembre y vengo ‘recibiendo’, como decimos en Jujuy, como ‘caballo en subida’. Creo que, por fin, Juntos por el Cambio ha tenido una alta responsabilidad. Tenemos que analizar este triunfo del diálogo y no actuar con arrebatos irracionales radicalizados, como cuando el PRO se levantó del recinto en la sesión del primero de marzo o con rechazo del Presupuesto 2022», afirmo Morales
Lo que se vio en la votación es que el Frente de Todos está partido. Faltaban Máximo Kirchner y diez diputados, de ocho gobernadores, votaron en contra. Los extremos se juntaron: Milei terminó votando con Del Caño y con Máximo. Esa es la Argentina de la que hay que salir, la gente está harta de las peleas. Juntos por el Cambio tiene que fortalecerse, dialogando con los sectores responsables del peronismo que están en el Frente de Todos y en el Gobierno. Obviamente, no me refiero a La Cámpora ni a los sectores de izquierda. Pero sí hay que mantener un diálogo porque hay leyes importantes que sancionar, y más si nos toca gobernar en 2023.