Fideicomiso del trigo: “no tendrá un impacto sustancial sobre los precios del pan”

Un informe de la Fundación FADA analiza en detalle la medida anunciada por el Gobierno.

Un factor clave es que el trigo representa apenas el 13% del valor del alimento básico.

La Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA) afirmó este viernes que el fideicomiso que anunció el Gobierno para reducir el precio interno del trigo “no tendrá un impacto sustancial sobre los precios que pagamos los consumidores por el pan”.

Esto es así, según FADA, “porque el pan, ni la harina con la que se produce, recibirán subsidios. Sólo están alcanzados los fideos secos y el paquete de harina 000 que compramos en el súper”.

“Incluso si el pan recibiera el subsidio, el trigo sólo representa un 13% del precio del pan. Si el trigo sube un 40% el pan no debería subir más de 5%, el equivalente a cinco semanas de inflación, las otras 47 semanas de inflación del año nada tienen que ver con el trigo”, subrayó.

Entonces, “¿El problema es el trigo?”, preguntó FADA. La respuesta: “No, el problema son los controles de precios. El gobierno no permite que las empresas suban los precios de la harina y los fideos al ritmo de la inflación y los costos. Se hace imposible producir y alguien debe subsidiar. Lo terminan subsidiando los productores”

Para FADA, este fideicomiso no es más que “un nuevo impuesto que terminan pagando los productores”, porque “actúa de la misma forma que un derecho de exportación”.

En ese sentido, en la entidad cordobesa interpretan que “debido a que es un nuevo impuesto, lo debería tratar el Congreso Nacional”.

En relación a la presión que ejercen los molinos para no quedarse sin cereal, FADA recordó que “existen herramientas, como los futuros, para que los compradores de trigo lo adquieran por anticipado y una suba de precios no los tome por sorpresa”.

Bajo este panorama, subrayó: “La suba de precios de los granos es una oportunidad histórica. Se plantea como un problema para la inflación, pero es una oportunidad para producir más, generar más empleo y más dólares. No hay que tratar de impedirlo con restricciones, derechos de exportación y nuevos impuestos”.

Por último, citó el ejemplo del fideicomiso aceitero que existe desde febrero del año pasado para subsidiar el precio interno del aceite de girasol y que al consumidor no benefició en lo más mínimo: mientras el girasol subió 36%, el aceite en la góndola se encareció 60,7%.