Las tropas rusas entran en la ciudad de Jersón y toman edificios administrativos

Moscú reconoce bajas por primera vez desde que empezó el ataque: 498 militares muertos y 1.600 herido.

Ucrania asegura que 2.000 civiles han muerto desde el comienzo de la ofensiva

Una nueva explosión registrada este miércoles por la noche cerca de la estación de tren de Kiev, próxima al centro de la ciudad, ha dañado una tubería de distribución y podría dejar sin calefacción a parte de la capital de Ucrania —que registrará esta noche máximas de 3 grados y mínimas de 0—.

El ministerio del Interior de Ucrania afirma que la explosión se ha producido por un misil interceptado, no por un impacto directo. Moscú ha ofrecido hoy, séptimo día de guerra, su primer parte de bajas: 498 militares muertos y 1.600 heridos, según recoge el diario Novaya Gazeta citando al Ministerio de Defensa ruso.

La invasión de Ucrania ha causado ya la muerte de 2.000 civiles, según los servicios de emergencia del país. Los bombardeos han destruido cientos de edificios, así como infraestructuras de transporte, hospitales y guarderías.

Vladímir Putin ha endurecido la ofensiva en esta jornada con el lanzamiento de paracaidistas sobre Járkov, la segunda mayor ciudad de Ucrania, donde siguen los combates.

El Ejército ruso controla Berdiansk, en el mar de Azov; ha entrado con fuerza en Jersón; y continúa el asedio a Mariupol, totalmente rodeada, según las autoridades ucranias, aunque Rusia asegura que ya está tomada. Mientras, el éxodo de miles de personas continúa. Naciones Unidas ha elevado a 875.000 la cifra de refugiados. LA ONU ha condenado por mayoría aplastante la invasión. Rusos y ucranios mantendrán este jueves un nuevo encuentro bilateral para buscar un alto el fuego.