El borrador del acuerdo con el FMI consolida el rechazo del kirchnerismo

Los trascendidos del texto que ingresará al Congreso no modificaron las posiciones de las bancadas; cautela en el oficialismo y expectativas en la oposición

La difusión de un borrador del acuerdo que el Gobierno se apresta a cerrar con el Fondo Monetario Internacional (FMI) no generó sorpresas ni modifica demasiado el estado de situación que hasta ahora impera en las bancadas del oficialismo y de la oposición. Eso sí: el kirchnerismo confirmó sus críticas y se mantiene renuente a votar la iniciativa mientras que los representantes de los gobernadores del PJ, sin demasiado entusiasmo, se encaminan a avalarlo ante la perspectiva de caer en default.

La oposición de Juntos por el Cambio, en tanto, mantiene su argumento: no anticiparán su estrategia legislativa hasta tanto no conocer el texto definitivo del acuerdo. Por de pronto, anticipó que no obstaculizará el debate y que facilitará la aprobación del proyecto siempre que esto no implique un aumento de impuestos.

Según trascendió, en el marco de la senda de reducción del déficit fiscal a la que se compromete el Gobierno, se instrumentaría un esquema más agresivo de reducción de subsidios energéticos, lo que impactaría en aumentos para usuarios comerciales, residenciales y grandes industrias. Asimismo, se impondrían límites a las transferencias discrecionales a las provincias y a las empresas estatales.

Por otra parte, el acuerdo abre la puerta a cambios previsionales a través de la “prolongación de la vida laboral” y propondría superar el atraso cambiario con un dólar sujeto a los vaivenes de la inflación. Además, se avanzaría en un revalúo inmobiliario para que impacte en la recaudación de Bienes Personales, que grava un porcentaje sobre el patrimonio de las personas.

Este último punto encendió luces de alarma en Juntos por el Cambio. “Nosotros estamos dispuestos a facilitar la sanción del acuerdo pero no aceptaremos que se agrave la presión tributaria”, deslizaron desde el radicalismo.

En el oficialismo, en tanto, no se muestran sorprendidos por el contenido del borrador. “Confirma nuestras presunciones: el acuerdo es malo –anticipa un diputado kirchnerista-. Nosotros todavía no definimos qué postura vamos a adoptar, esperaremos al texto definitivo”.

En el oficialismo prima la desconfianza y un clima de turbulencia interna. “Se viven días muy complicados; la unidad de los bloques es demasiado frágil”, admiten en la bancada que lidera el diputado Germán Martínez.

“A nadie le simpatiza votar un acuerdo con el FMI, muchos lo haremos porque sabemos que no hay otra alternativa, pero será a disgusto. El problema de fondo es que no vemos un rumbo, el gobierno parece a la deriva”, dramatizaba un diputado del interior.

Todo indica que el texto del acuerdo arribará al Congreso a fines de esta semana o principios de la próxima. La Cámara de Diputados iniciará el debate y, según se prevé, se estima que a mediados del mes próximo la iniciativa se discutirá en el recinto. Luego será el turno del Senado.