Con varios países comprometidos con la eliminación gradual de los nuevos vehículos con motor de gasolina y diésel para 2040, el reciente crecimiento en la adopción de vehículos eléctricos (EV) ha impulsado un auge mundial en la producción de litio.
Por esa razón, como explica Visual Capitalist a continuación, la producción de litio se duplicó con creces entre 2016 y 2020, pasando de 40.000 toneladas a 86.300 toneladas.
Los países comenzaron a producir cantidades significativas de litio después de la Segunda Guerra Mundial, con una producción anual promedio de 5000 toneladas entre 1955 y 1980.
La producción de litio creció constantemente entre 1995 y 2010, pasando de 9.500 toneladas a 28.000 toneladas. Pero la llegada de las baterías recargables y los vehículos eléctricos generó una nueva ola de demanda, lo que impulsó un aumento exponencial de la producción.
Hoy, tres países, Australia, Chile y China, extraen aproximadamente el 86% del litio del mundo. Argentina se ubica en cuarto lugar con un 7.2% de la producción global.
La minería de litio de Australia se basa predominantemente en minas de roca dura que producen concentrado de espodumeno, que luego se convierte en litio. Por otro lado, la mayor parte de la producción de Chile proviene de salmueras salares con altas concentraciones de litio.
China, el tercer mayor productor de litio, ha estado a la vanguardia en la carrera por el litio. Desde 2018, las empresas chinas han adquirido más de 5.000 millones de dólares en proyectos de minería de litio en varios países. Además, el país también domina las etapas de refinación y fabricación de baterías de la cadena de suministro de iones de litio.
Las ventas globales de vehículos eléctricos se duplicaron con creces en 2021 con 6,7 millones de registros de automóviles nuevos, lo que elevó la participación de mercado de vehículos eléctricos hasta el 8,6 % en todo el mundo. Este crecimiento, además de varios planes administrativos que respaldan los vehículos eléctricos, sugiere que es probable que el litio tenga una gran demanda durante la próxima década.
Según S&P Global, se prevé que la demanda de litio alcance los 2 millones de toneladas para 2030. Esta demanda requeriría un aumento de la producción de más del 2200 % con respecto a los niveles de 2020.