¿Qué es una Sociedad Anónima y cuál es su objetivo?

El capital social de una sociedad anónima está conformado por la suma del total de las aportaciones realizadas. Dicho de otra manera, el capital social está compuesto por la cantidad aportada por todos los socios.

Una Sociedad Anónima (S.A) o empresa anónima, se trata de un tipo de sociedad mercantil capitalista, que surge para las grandes acumulaciones de capital.

Su definición es que se trata de una sociedad mercantil de capital, donde se dividen en partes alícuotas denominadas acciones y donde los socios no responden personalmente a las deudas sociales.

En cuanto a su objetivo, es por lo general reunir dinero procedente de numerosas inversiones para acometer grandes proyectos, que de otra forma no se pueden realizar.

Debido a esto, se divide el capital en acciones, las cuales son repartidas entre los socios inversores a raíz de la cantidad de dinero aportada por cada uno de ellos. Esto quiere decir que, mientras mayor sea el número de acciones de una persona, mayor será su peso en la compañía.

Un detalle importante a mencionar sobre estas sociedades es que el régimen jurídico es bastante completo, por lo que no es un modelo que se pueda adaptar a pequeñas empresas.

Para ser más precisos se debe en parte a sus características, por ejemplo, que el capital social de una compañía anónima está conformado por la suma del total de las aportaciones realizadas a la sociedad. Dicho de otra manera, el capital social está compuesto por la cantidad aportada por todos los socios.

Por otro lado, tenemos la denominación social que hace referencia al nombre o razón social con la que se encuentra inscrita la sociedad. Es necesario que este término no esté registrado con anterioridad, al mismo tiempo tiene que ir acompañado por las siglas S.A.

Con respecto a la responsabilidad de los socios, esta va a ser proporcional al capital aportado por estos. En cuanto a las aportaciones de los socios, en general, las aportaciones realizadas por estos tienen el carácter de dinerarias, esto quiere decir que aportan dinero al capital social de la empresa.

No obstante, sus aportaciones también pueden ser no dinerarias, esto quiere decir que pueden ser un inmueble, por ejemplo. No hay que olvidar que las sociedades anónimas tienen un régimen muy estricto sobre este aspecto.

En cuanto a cómo se constituye una sociedad anónima, en carácter general esta se conforma con el otorgamiento de escritura pública que se inscribe luego en el Registro Mercantil. Pero eso no es lo único, ya que también se requiere de una serie de trámites adicionales como una certificación donde se demuestre que el nombre de la sociedad no se encuentra ya seleccionado o el desembolso del capital.

Hay otros requisitos que, también son necesarios, por ejemplo, la escritura y los estatutos tienen que cumplir con los requisitos ya establecidos por la ley. Dicho de otra manera, estos deben tener un contenido específico. Al mismo tiempo, no está permitida la entrega y transmisión de acciones en un momento previo a la inscripción en el Registro Mercantil.

Por otro lado, al momento de otorgar la escritura pública, los socios van a tener solo un plazo de dos meses para llevar a cabo la inscripción en el Registro.

Ahora con respecto a qué elementos componen una sociedad anónima, por lo general son dos. Por un lado, tenemos la Junta General que es la que da voz a todos y cada uno de los socios y por el otro el Órgano de Administración, el cual está formado por uno, dos o un Consejo de Administradores.

Los componentes de estos órganos pueden ser personas físicas o jurídicas. Además, tienen que aceptar expresamente su nombramiento en escritura pública la cual será inscrita en el Registro Mercantil y publicada en su diario oficial. Por otro lado, no es necesario que sean accionistas.

Otro detalle que hay que entender de las sociedades anónimas, es que están obligadas a la llevanza de una contabilidad según la normativa existente al efecto y a formular, cada ejercicio contable, las cuentas anuales que tienen que ser aprobadas por la Junta General.

En algunos casos, estas pueden ser auditadas inscritas en el Registro Mercantil donde serán públicas, por lo que cualquier persona puede acceder. Todo esto es solo una parte de lo que compone una sociedad anónima, ya que como mencionamos antes estas son bastante complejas.