La entidad que conduce Miguel Pesce debió aportar al mercado el 17,8% de los US$253,6 millones operados por la plaza oficial en el día, es decir, unos US$45 millones que agotaron buena parte de los US$65 millones recomprados desde el 13 de diciembre hasta ayer.
Esto parece confirmar las versiones que indican que había solicitado a los bancos y operadores -a pedido oficial- retrasar el vía libre de algunas órdenes de compra hasta contar con un mínimo margen de reservas líquidas para poder atenderlas, tal y como hacía en el tramo final del 2020 ante una situación similar.
El BCRA no aportaba reservas al mercado desde el viernes 10 de diciembre, cuando lo abasteció con unos US$25 millones lo que elevó el total de ventas en el mes hasta ese entonces hasta los US$385 millones.
Sin ese aporte suplementario a la oferta privada, los volúmenes operados en el mercado, que se habían mantenido en torno de los US$750 millones por jornada en la primera parte del mes, se hundieron hasta los US$220 millones promedio al cabo de la semana pasada. Un desplome que sólo se explicará por maniobras dilatorias para terminar de dar curso a parte de la demanda que había atravesado todos los filtros.
“La demanda de divisas en la penúltima rueda de la semana, del mes y del año, obligó al BCRA a asistirla con ventas en el mercado. Las ventas oficiales totalizaron unos US$45 millones, interrumpiendo una secuencia de once jornadas consecutivas sin pérdida de reservas por intervenciones”, reseñó el operador y analista Gustavo Quintana, de PR Cambios.
Todo ocurrió en una jornada en la que la entidad convalidó un ajuste de apenas 6 centavos en el tipo de cambio oficial que cerró $102,48/102,68 por unidad para la compra y venta respectivamente. De este modo, acumula un alza del 1,72% en lo que va del mes, que si bien implica su mayor ajuste desde mayo, se mantiene muy rezagado respecto de una inflación que, según estimaciones de mercado, ya duplica ese incremento.
