El nuevo consenso fiscal que regirá el año próximo abrió un debate que podría terminar en la Justicia.
El acuerdo sellado este lunes entre el Presidente y los gobernadores crea impuestos y les permite aumentar otros tributos a las provincias para mantener o generar recursos en un 2022 con menor crecimiento y déficit fiscal.
La idea es respetar las metas negociadas con el FMI, pero los especialistas advierten que el costo fiscal lo pagarán las empresas, los consumidores y titulares de inmuebles.
Uno de los nuevos blancos son los herederos, ya que se contempla el impulso de una ley para fijar un impuesto a la herencia el año que viene.
«Esto de promover un impuesto a la herencia para que las provincias lo apliquen es un aumento de la presión tributaria a los que pagan el impuesto a las Ganancias y Bienes Personales, no es doble imposición porque afecta al heredero, los perdedores vendrían a ser los contribuyentes», aseguró Sebastián Domínguez, socio del estudio SDC Asesores Tributarios.
El pacto con las provincias también podría alcanzar a las empresas de algunos sectores por la actualización de Ingresos Brutos, un tributo que el Fondo recomienda eliminar o reducir y que explica entre el 75 y el 80% de la recaudación propia de cada jurisdicción. La idea del gobierno es mantener o ampliar esa fuente de ingresos, tras la caída del Presupuesto.
Otra fuente posible de recursos serán los servicios digitales, como Netflix, Disney +, Spotify, Amazon Prime, HBO Go, Youtube, Spotify, Airbnb, Booking, que se brindan desde el exterior y hoy son gravados en la Ciudad de Buenos Aires y Córdoba. Las provincias buscan ampliar la caja con un impuesto que se creó en 1977, como Ingresos Brutos, cuando no existía internet.
En algunas situaciones va a generar reclamos judiciales e impacto en precios, porque se aplicarán tambien regímenes de recaduacion.
Por último, habrá un incremento del impuesto inmobiliario, ya que la alícuota máxima pasará del 2 al 3%.