La Fuerza de Tarea Conjunta (FTC) eliminó más arbustos en el territorio del Tipnis y halló menos cocales en el área protegida de Carrasco
El crecimiento es exponencial. Este año, 432,6 hectáreas de coca ilegal se detectaron en el parque nacional Amboró, una de las reservas naturales más importantes del departamento de Santa Cruz. Las plantaciones fueron eliminadas por militares durante la campaña de erradicación de 2021 que se clausuró el 16 de diciembre.
Según las cifras del monitoreo de plantaciones de coca que, en agosto presentó la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc), 40 hectáreas de cocales se encontraron allí en 2019 y un año después, la cifra se expandió en 118% para situarse en 87 hectáreas. Con los datos presentados por el Gobierno, las plantaciones en el Amboró se quintuplicaron durante el 2021, aunque aún resta que estas cifras sean validadas por la ONU.
El informe de este año fue presentado por el coronel de Ejército Clever Moya, el jefe del Comando Estratégico Operacional (CEO), que es la entidad que está a cargo de la fuerza combinada FTC —policías y militares— destinada a la eliminación de la coca ilegal, cultivada en zonas no autorizadas.
Pero, además, hubo coca en otras áreas protegidas del país. En el parque Carrasco (Cochabamba), 117 hectáreas, una cifra menor a las 163 que se detectó en 2020, mientras que en la reserva forestal de Choré (Santa Cruz) se eliminaron 182 hectáreas de la planta, un dato menor a las 200 hectáreas que se habían proyectado inicialmente. Eso sí, los datos muestran un crecimiento en el Territorio Indígena del Parque Nacional Isiboro Sécure (Tipnis), donde se eliminaron 68,6 hectáreas de coca ilegal, siete de las cuales estaban en el territorio del Beni y el resto en Cochabamba.
En 2020, según el informe de la Oficina Antidroga de la ONU, existían 27 hectáreas de coca ilegal en el Tipnis. Tomando en cuenta el reporte de erradicación, presentado el viernes, el incremento de las plantaciones llega al 150%.
Según la Ley 906, que regula la producción de la hoja de coca, sólo se la puede cultivar en los Yungas de La Paz y en el trópico de Cochabamba. En ambas zonas “autorizadas” existe el límite legal de las 22.000 hectáreas. Desde 2017, cuando entró en vigor esta ley, esta limitación no se cumplió.
Este año, el Gobierno reportó la erradicación de 9.457 hectáreas de coca ilegal con la perspectiva de ajustar las cifras, según la ley.
El artículo 17 de esta norma prohíbe estas plantaciones en otras zonas “no autorizadas”, bajo el riesgo que sean erradicadas por las fuerzas del orden “sin perjuicio de la sanción penal y el agravante cuando se trate de áreas protegidas y reservas forestales”.
Moya recordó que la política de control de la coca está basada en el consenso con los productores de las zonas “autorizadas”, donde se aplica “la racionalización” o la eliminación voluntaria de las plantaciones que estén por encima del límite legal permitido.