Un hombre es condenado por la Justicia a pagar pensión alimenticia a cinco perros y un gato

El juez falló en segunda instancia y obligó a pagar a su exesposa "alimentos y manutención" para las mascotas. La mujer alegaba "la necesidad del auxilio por tener la custodia de los animales".

Un hombre divorciado fue condenado por la Justicia de Brasil a pagar a su exesposa “alimentos y manutención”, para cinco perros y un gato, los cuales eran de posesión compartida por la pareja. Ahora las mascotas quedarán bajo custodia de la mujer, en un caso jurídico insólito.

El fallo de la sala Novena de la Cámara de Derecho Privado, del Tribunal de Justicia de Sao Paulo, tomó la decisión de aplicar este recurso, ya que la mujer alegaba “la necesidad del auxilio por tener la custodia de los animales”.

De acuerdo con el portal brasileño Consultor Jurídico, el caso tuvo lugar en Santos, un municipio en el litoral de Sao Paulo, el estado más poblado e industrializado de Brasil. La Justicia aceptó el reclamo de la señora, luego de que se le hubiera negado el derecho al auxilio financiero para las mascotas, en primera instancia.

En la primera sentencia, el juez estableció la repartición de bienes en partes iguales. Por un lado fijó la pensión a pagar por el exmarido a la hija menor de edad de la pareja, y desestimó la solicitud de ayudas económicas para la manutención de los animales.

Asimismo, determinó que las mascotas de la expareja quedaran bajo el cuidado y responsabilidad «exclusivos» de la mujer, quien abogó por la «custodia unilateral» de los cinco perros y el gato, alegando ser la persona «más adecuada» para cuidarlos, algo a lo que no se opuso el marido, quien admitió no tener ni siquiera tiempo para estar con ellos.

Ante la decisión del juez de negarle el auxilio para los animales, la mujer interpuso un recurso de apelación con el que obtuvo la ayuda financiera, para poder solventar los gastos de las mascotas.

La “pensión” para los cinco animales fue concedida bajo el argumento de que el condenado había reconocido que las mascotas eran consideradas “miembros de la familia”. Esto se basa en la implícita obligación de ayudar financieramente para los gastos de alimentación y servicios veterinarios, según argumentó el magistrado Edson Luiz de Queiroz, quien firmó la apelación.