Apartir de abril de 2021, con excepción del mes de julio, los precios de la indumentaria subieron por encima del promedio de la economía. Se trata de un fenómeno nuevo: no ocurría desde diciembre de 2016. Este mes fue el segundo entre los rubros con mayor aumento (4,1%), solo detrás de Restaurantes y hoteles (5%), y 1,6 puntos porcentuales por encima del nivel general (2,5%).
En el sector textil adjudican los aumentos a diversas variables, como el aumento de los fletes internacionales, una búsqueda de mejora en el margen de rentabilidad de las empresas, el tipo de cambio devaluado y un récord en los valores de las materias primas.
Sin embargo, la Fundación Pro Tejer, que agrupa a más de 100 socios, asigna una parte de la responsabilidad al Indec, el instituto encargado de hacer la medición de precios, que conduce Marco Lavagna. En una nota, comunicaron todas las “consideraciones metodológicas” que apuntan contra la estructura del IPC, el índice de inflación. Las diferencias están generando una serie de reclamos de las organizaciones. Piden que se cambie la metodología de medición.
“No consideramos correcto atribuir falsos responsables a la problemática sin presentar una argumentación sólida en términos técnicos. Prejuicios ideológicos y argumentos anacrónicos que golpean incansablemente a la industria de bandera, no hacen más que colaborar en lo que Ha Joon Chan ha llamado ´patear la escalera´”, sostuvo el comunicado.