Según Richard Friedland, director ejecutivo de Netcare Ltd., los primeros días de la variante sugieren que no hay absolutamente ninguna necesidad de entrar en pánico y que en realidad podría ser algo bueno.
“Si en la segunda y tercera ola hubiéramos visto estos niveles de positividad en las pruebas realizadas, habríamos visto aumentos muy significativos en las admisiones hospitalarias y no lo estamos viendo. En nuestras clínicas de atención primaria son principalmente personas menores de 30 años ”, dijo.
“Así que, de hecho, creo que hay un lado positivo aquí y esto puede señalar el final de Covid-19, atenuándose a sí mismo hasta tal punto que es altamente contagioso, pero no causa una enfermedad grave. Eso es lo que pasó con la gripe española «.
“Estamos viendo infecciones sin precedentes en las personas que han sido vacunadas, pero las infecciones que estamos viendo son de leves a moderadas. Entonces, para los trabajadores de la salud que han recibido refuerzos, es en su mayoría leve. Creo que todo esto se ha comunicado tan mal y se ha generado tanto pánico «.
Los comentarios de Friedland no serán bien recibidos por las grandes farmacéuticas, que siguen obteniendo grandes beneficios de las innumerables vacunas de refuerzo.
Sus comentarios no serán amplificados por los medios corporativos, que han disfrutado de un gran aumento en las calificaciones de los interminables temores de COVID.
Sin embargo, la declaración del director ejecutivo se correlaciona con lo que otros expertos en salud sobre el terreno en Sudáfrica han dicho sobre Omicron.
El médico que descubrió por primera vez la variante dice que es «leve» y no ha provocado un aumento en las hospitalizaciones.
Angelique Coetzee, presidenta de la Asociación Médica de Sudáfrica, se hizo eco de los sentimientos del Dr. Barry Schoub y señaló que los pacientes infectados con omicron tenían «síntomas (que) eran tan diferentes y tan leves de los que había tratado antes».
Ha habido cero muertes por Omicron en todo el mundo y en países como el Reino Unido ni siquiera ha provocado que nadie sea hospitalizado.
A pesar del hecho de que Omicron está demostrando ser significativamente menos aterrador que cuando se descubrió inicialmente, los gobiernos han avanzado de todos modos para imponer nuevas restricciones e impulsar draconianos mandatos de vacunas en sus poblaciones.
