Mientras la nueva variante del coronavirus, Omicron, continúa este lunes extendiéndose por todo el mundo, sembrando preocupación y empujando a cada vez más países a cerrar una vez más sus fronteras a los viajeros extranjeros, el presidente de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa, compareció en una rueda de prensa extraordinaria desde Pretoria para sostener que “los países que han impuesto restricciones discriminan injustamente a Sudáfrica y no ayudarán a resolver el problema”
El titular del ejecutivo también reconoció que su país se enfrenta a una posible cuarta ola de coronavirus si en las próximas semanas continúa la tendencia creciente de infecciones debido a esta nueva variante.
Los cuestionamientos de Ramaphosa son coincidentes a las posturas de la Organización Mundial de la Salud (OMS). El organismo internacional ha manifestado este domingo su rechazo a las restricciones de vuelos impuestas en todo el mundo a vuelos procedentes del sur de África y ha instado a los gobiernos a reabrir sus fronteras y a “seguir la ciencia y el Reglamento Sanitario Internacional”.
En un encuentro frente a periodistas sudafricanos, el presidente sostuvo que “todavía no hay datos oficiales que prueben que la nueva variante provoque una mayor afección ni que sea más transmisible que el resto de cepas, y ha hecho especial hincapié en la importancia de la vacunación, incentivando a toda la población a inmunizarse.
Los dichos del jefe de Estado coinciden con las declaraciones de una médica sudafricana que atiende pacientes con Covid 19. Mientras los científicos intentan determinar el nivel de amenaza de Omicron, Angelique Coetzee, presidenta de la Asociación Médica Sudafricana, señaló que decenas de sus pacientes sospechosos de portar la variante Omicron mostraron síntomas leves, como fatiga.
La alerta sanitaria y política que ha generado en el país la aparición de esta variante, se ha expandido por todo el mundo. El Gobierno del Reino Unido, que ostenta la presidencia rotativa del G-7, ha convocado para este lunes una reunión urgente de ministros de Sanidad del Grupo de los Siete —que integran Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y el Reino Unido— para abordar el aumento de casos registrados de la cepa Omicron del coronavirus.