Cinco millones de personas se sumaron al sistema durante el 2020.
Un informe del Banco Central muestra que con la pandemia avanzó la inclusión financiera en Argentina. Los últimos datos marcan que nueve de cada diez adultos tienen una cuenta bancaria.
Hoy la inclusión financiera llega a 31 millones de personas, el 91% de la población adulta, aunque solo el 48% de las localidades del país tienen algún punto de acceso a servicios financieros. La pandemia, las fintech y la bancarización de las prestaciones de la ANSES fueron claves para extender la cobertura, que hasta hace cuatro años llegaba solo al 78% de la población.
En este avance fue fundamental la apertura de más de 5 millones de cuentas durante el segundo trimestre de 2020. La mayor parte de estas cuentas estuvo vinculada a la acreditación de haberes por parte de ANSES. Los programas de ayuda social generaron 3 millones de nuevos clientes bancarios.
"Durante el año 2020, se logró una mayor capilaridad del sistema financiero", apunta el Banco Central. Este punto hace referencia a que las localidades del país con al menos un punto de acceso a servicios financieros -incluyendo sucursales, cajeros y sucursales móviles entre otros- pasaron del 41,9% en diciembre de 2019 a 48,3% en el mismo mes del 2020.
Aquí el Central hace una distinción entre la performance de la banca pública y la de la privada. Señala que los bancos públicos "demostraron creación neta de todos los tipos de puntos de acceso, mientras que los bancos privados registraron cierres de cajeros automáticos, terminales de autoservicio y sucursales en el país y una expansión en agencias complementarias de servicios financieros".
A diciembre de 2020 existían 18.000 comercios en los que la población podía extraer efectivo. Este sistema les brindó a los usuarios la posibilidad de retirar dinero simultáneamente a la compra con tarjeta de débito en un comercio, "aportando a la descongestión de los puntos de extracción bancarios y a la eficiencia en la administración del efectivo", consignó el Central.