Una caja millonaria: la trama detrás del impuesto distorsivo de Maximo Kirchner

Algunos sectores dentro del propio Gobierno creen que es “una caja para la Orga”; un sindicalista del sector afirmó que impactará en los precios y en el nivel de empleo

“Hasta Coca-Cola está de acuerdo”, se quejó una encumbrada fuente del Ministerio de Medio Ambiente sobre el proyecto de ley del kirchnerismo para gestionar envases que incorpora una tasa a pagar por las empresas y cuya recaudación –según estimaciones privadas- podría superar a lo que lleva embolsado el impuesto a la riqueza.

Esa certificación basada en la multinacional estadounidense es engañosa. En las empresas de consumo masivo creen que una ley de envases es fundamental, pero consideran que la gestión de la cuestión ambiental no debe saldarse con mayor presión tributaria sobre el sector privado. Menos aún con lo que algunos consideran una caja millonaria para La Cámpora y Juan Grabois para hacer política. Ese rechazo empresarial llegó incluso al sindicalismo. La propia Federación Argentina de Trabajadores de Aguas, Gaseosas y Afines (Fataga) rechazó la iniciativa impulsada por el ministro Juan Cabandié. El secretario general del “gremio de Coca-Cola”, Raúl Álvarez, es aliado de Pablo Moyano.

El gremialista no fue indulgente con un diagnóstico. “Los trabajadores de Fataga adhieren a los esquemas de reciclaje inclusivo, pero advierten que la tasa que se quiere aplicar para financiar esa actividad redundará en mayores costos de producción e inevitables incrementos de precios”, advirtió el comunicado firmado por Álvarez y alertó: “Nuestra preocupación, como siempre, son las fuentes de trabajo. El cálculo es sencillo, porque aplicando una nueva tasa a nuestra actividad, crecerán los precios y proporcionalmente la inflación; caerán aún más las ventas y eso generará tensiones sobre la masa crítica de mano de obra. Es decir, si esto se aprueba, también habrá mayor desocupación”.

Dentro del Gobierno, en voz baja, algunos coinciden con parte de la oposición. “Esto es recaudación para la Orga”, dijo un funcionario oficial al describir la tasa de hasta 3% a los precios mayoristas que incluye el proyecto. Aseguró ver la mano de Grabois detrás también. “Tratando de frenar la nueva caja de La Cámpora”, cuestionó en sintonía un diputado opositor, al caracterizar el llamado a la Copal, el Círculo de Políticas Ambientales, Cadibsa, Amcham, CAME; Cabelma, Alpha, Cadea, y Capa, entre economistas privados y expertos en impuestos para que participen de una discusión en el interbloque de Juntos por el Cambio para debatir el proyecto de ley de envases. La cita será mañana al mediodía.

En el Ministerio de Cabandié siguen asegurando que la lucha contra los plásticos es tan obvia que está incluso dentro de las conclusiones del G20, indican que el impacto en la inflación es “bajísimo” (en el oficialismo hablan de hasta 0,8% de la canasta básica, mientras que desde la Copal esperan un impacto de tres puntos) y recuerdan que el diputado chubutense de la UCR, Gustavo Menna, también presentó un proyecto vinculado a la gestión de envases. Es preciso aclarar que el mismo no tiene costo extra para las empresas. Cerca de Cabandié no darán el brazo a torcer con el Fondo Nacional para la Gestión de Envases y Reciclado Inclusivo (Fonager), la caja a la que iría a parar el dinero de la nueva tasa. Sin embargo, aceptarían debatir “la trazabilidad del destino de los fondos” para un “uso transparente”.