A pesar del congelamiento de precios que arrancó en la última semana del mes pasado, en octubre, los precios de los alimentos básicos en la Ciudad de Buenos Aires aumentaron el 3,8%. Y una familia tipo necesitó más de $ 38.306 para no se indigente y más de $ 72.601 para no ser pobre, sin considerar el pago del alquiler.
Los datos son de la Dirección de Estadística y Censos porteña y anticipan que la inflación de octubre en una región de la importancia de CABA –que se conocerá este jueves junto al dato nacional del INDEC– podría rondar el 3,7%, el promedio entre la variación de la canasta de indigencia y la de pobreza.
Octubre arrancó con una suba de los precios de los alimentos y demás rubros. Ante los anuncios de que se dispondría un congelamiento de precios, hubo “remarcaciones preventivas” que aceleraron la inflación en la segunda y tercer semana. Luego, en la última semana del mes, los aumentos se desaceleraron pero quedó un balance adverso.
Con estos valores, en la región más próspera del país, la canasta familiar de indigencia -familia tipo formada por un matrimonio joven y dos hijos menores- se ubicó en $ 38.306. Un año atrás sumaba $ 25.698 lo que representa un incremento interanual del 49%.
En tanto, la canasta familiar de pobreza alcanzó los $ 72.601 Un año atrás era de $ 49.224 . Una suba de 47,5%.
En la Ciudad, el promedio de ingresos de la ocupación principal en el segundo trimestre de 2021 era $62.519 y la mitad de la población ocupada tenía un ingreso en su ocupación principal de $50.000 o menos.
