Dos parejas estadounidenses han interpuesto una demanda contra el Centro de Salud Reproductiva de California (CCRH, por sus siglas en inglés) por confundir los respectivos embriones a la hora de realizar la fecundación in vitro (FIV), informa Associated Press. En septiembre de 2019, tras la negligencia médica, cada mujer dio a luz a una bebé que no era su hija biológica.
Daphna Cardinale y su marido Alexander se dieron cuenta de que su hija recién nacida tenía la piel más oscura que la suya y, aunque aquello les sembró la duda, descartaron cualquier error, ya que, además de fiarse totalmente de los médicos que se habían llevado a cabo todo el proceso de fecundación, de inmediato se enamoraron de la niña.
Sin embargo, al cabo de unos meses el matrimonio confirmó, gracias a una prueba de ADN, que estaban criando a una niña que tenía otros padres, mientras su hija biológica estaba siendo cuidada por otra familia a la que no pertenecía. La verdad afectó profundamente a los padres.
"Me sentí abrumada por el terror, la traición, y el enojo, sentí que me habían roto el corazón," confesó Daphna. "Me robaron la oportunidad de llevar a mi hija en mi vientre. Nunca tuve la ocasión de entablar un vínculo con ella durante el embarazo, ni de sentirla patear", lamentó la mujer.
Las niñas fueron devueltas a sus padres biológicos en enero de 2020. Lo más doloroso para Daphna y Alexander fue contárselo todo a su hija mayor, de solo siete años, que había tomado mucho cariño a la "hermana" y se sintió apenada de saber la verdad.