«Un presidente rengo si pierde en las elecciones de noviembre»

Crudo análisis dek Financial Times sobre Alberto Fernández.

Una economía que se desmorona y una inflación que se dispara avivan el descontento que amenaza al partido gobernante en los comicios del próximo domingo.

Los sondeos muestran que la alianza opositora de centro-derecha lleva una ventaja de unos 10 puntos porcentuales, un resultado que podría costarle a Alberto Fernández, el presidente peronista, su mayoría en el Senado. La mitad de los escaños de la Cámara Baja y un tercio del Senado están en juego.

Una grave derrota en las elecciones de mitad de mandato podría convertir a Fernández en un líder rengo para el resto de su mandato y posicionar a la oposición para recuperar la presidencia en 2023.

Fernández impuso una de las cuarentenas por Covid-19 más largas de América latina, que aplastó la economía, aunque no pudo evitar un número de muertos casi tan grave como el de su vecino Brasil, si se ajusta por tamaño de la población.

Las fotos en las que se le ve incumpliendo las normas al celebrar una fiesta de cumpleaños para su pareja en la residencia presidencial en el momento álgido de la cuarentena enfurecieron a los argentinos. Los retrasos en la compra de vacunas y el escándalo de los peronistas con buenas conexiones que se saltaron la cola de las vacunas empeoraron la situación.

En un intento de ganarse a los votantes antes de las elecciones, el Gobierno ha incrementado las ayudas sociales financiadas en parte por la impresión de dinero del banco central y ha congelado los precios de más de 1400 productos hasta enero, incluyendo alcohol, vermut y comida para gatos.

La inflación fue del 52,5% hasta septiembre, una de las tasas más altas del mundo, y los economistas temen que pueda subir aún más el próximo año. El Gobierno insiste en que sus políticas permitirán controlar los precios.

«Consideramos que se está atacando la inflación con políticas macroeconómicas consistentes que permiten que las exportaciones netas de Argentina crezcan de forma sostenida y que la emisión monetaria pueda reducirse a una velocidad compatible con que el Estado juegue un papel anticíclico para apuntalar la recuperación», dijo el ministro de Economía, Martín Guzmán, en una entrevista al Financial Times.