Después de todo, los funcionarios y los medios de comunicación europeos ahora lo denominan dramáticamente como la «última mejor oportunidad» de la humanidad para reinar en el espectro «fuera de control» del «desastre» climático que se avecina.
Varios informes de esta semana sugieren que el presidente chino, Xi Jinping, no asistirá a la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26) de 2021 programada para Glasgow, Escocia, del 31 de octubre al 12 de noviembre. Putin también ha confirmado que se quedará en casa.
Aunque asistirán otros jefes de países considerados los principales productores de emisiones de calentamiento climático, por ejemplo, el primer ministro indio Narendra Modi, quien hace días comprometió su asistencia, China simplemente enviará al viceministro de medio ambiente Zhao Yingmin y al enviado de China para el clima, Xie Zhenhua
Como señala la agencia Reuters, el mensaje simbólico es enorme: «Los líderes de la mayoría de los mayores emisores de gases de efecto invernadero del mundo se reúnen en Glasgow desde el domingo, con el objetivo de analizar planes y fondos para inclinar el planeta hacia la limpieza energía. Pero el hombre que dirige el mayor de todos ellos probablemente no estará allí».
El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, dijo a los periodistas que «lamentablemente Putin no volará a Glasgow», al tiempo que enfatizó que el cambio climático es «una de las prioridades más importantes de nuestra política exterior».
Rusia es actualmente el cuarto mayor emisor de carbono, y los críticos dicen que el país no está haciendo lo suficiente para abordar la crisis ambiental.
