Un pueblo en el desierto de Bolivia y la Puna salteña: la nueva ruta narco

La Justicia Federal en Salta condenó a 5 ciudadanos bolivianos detenidos en el límite con Chile con 36 kilos de droga. Todos comparten una curiosa particularidad: provienen de una misma región del sudoeste boliviano.

En un fallo reciente dictado por el Tribunal Oral Federal N´1, una organización narco familiar fue condenada a penas de hasta 7 años de prisión por el delito de transporte de estupefacientes agravado por el número de intervinientes.

La condena se dictó a instancia de la acusación impulsada por el fiscal general Francisco Snopek, de la Unidad Fiscal Salta, quien llevó adelante el caso desde la detención de los acusados desde el 2 de febrero pasado, hasta el juicio inclusive, realizado entre el 10 y 27 de septiembre pasado.

En el debate, el fiscal logró ratificar la acusación y obtuvo así la condena de Efraín Flores Mercado, de 34 años, a siete años de prisión por el delito de transporte de estupefacientes agravado por el número de intervinientes.

Su hermano, Jaime Lucas Flores Mercado, de 19 años; Elvis Bernal Berna y Eloy Alexander Cruz Berna, de 28 y 32 años, recibieron una pena de 6 años y 3 meses de cárcel por el mismo delito.

La sentencia obtenida por la fiscalía no pasó desapercibida, pues los cuatro acusados comparten una singular peculiaridad: todos provienen de la provincia de Nor Lípez, en el departamento de Potosí, en el sudoeste de Bolivia.

Al ser interceptados, los acusados no opusieron resistencia y hasta confesaron el motivo de su travesía. Según lo declarado por testigos en el juicio, Efraín Flores Mercado lo expresó a sus compañeros de viaje. «Ya está, ya está, ya perdimos», dijo el principal acusado.

Cabe mencionar aquí que un mes y medio después de este hecho, el 27 de marzo pasado, cayó Teodoro López Vilca, otro vecino de Soniquera, quien fue atrapado en una zona no muy distante. Gendarmería Nacional lo sorprendió a 600 metros del límite con Chile, en el Paso Huaytiquina. Al ser detenido, el acusado también reconoció su actividad ilícita al gritarles a los gendarmes: «Narcotráfico jefe».

En el juicio a los hermanos Flores Mercado y Bernal Berna, en tanto, declararon numerosos testigos y la fiscalía expuso las pruebas reunidas. En base a ello, el fiscal Snopek ratificó la acusación realizada al abrir el debate y afirmó que la tesis defensiva quedó desvirtuada (adujeron que era un viaje de turismo).

Sostuvo que las pruebas demostraron claramente que los cuatro acusados no solo conocían que en la camioneta llevaban droga, sino que fueron partícipes del tráfico del tóxico. Desechó la hipótesis de que solo uno sabía de la droga, argumento esgrimido por Efraín Flores Mercado al prestar declaración.