El Gobierno arriesga un castigo electoral en la Patagonia por la defensa de los mapuches

En el Frente de Todos nadie se hace cargo de una decisión que puso en crisis la alianza con el gobierno de Río Negro y podría complicar el quórum en el Senado y Diputados, con impacto en Chubut y Rio Negro.

La defensa del gobierno de Alberto Fernández a los grupos mapuches que generan episodios de violencia en la zona cordillerana de Río Negro expone al oficialismo a un castigo electoral en la Patagonia, además de poner en riesgo una relación clave para el quórum en el Senado y en Diputados.

La dura respuesta de Alberto a la gobernadora Arabela Carreras por el envío de fuerzas federales marca un punto de tensión muy alto en la relación del oficialismo nacional con el rionegrino, que hasta ahora se ha comportado como un aliado del Frente de Todos en el Congreso.

Esa alianza entre el FDT y Juntos Somos Río Negro en el Congreso será mucho más importante a partir de diciembre, cuando -de repetirse los resultados de las primarias- el oficialismo tendrá un panorama mucho más complejo para conseguir quórum. Los legisladores rionegrinos serán claves para que Sergio Massa y Cristina Kirchner puedan garantizar el funcionamiento de Diputados y el Senado.

Para Alberto Weretilneck será clave para que el kirchnerismo pueda tener quórum en la Cámara alta. El ex gobernador rionegrino ha sido un firme aliado del FDT pero a partir de diciembre su voto será mucho más valioso porque sin su apoyo y el de la misionera Magdalena Solari Quintana, ni siquiera podrá comenzar a sesionar.

Weretilneck también será el jefe político de un bloque de dos diputados, clave también para que Massa logre sentar a 129 legisladores en sus bancas y sesionar. Actualmente Juntos Somos Río Negro tiene una única banca, la de Luis Di Giácomo, y de no pasar nada extraño en diciembre le sumará la de Agustín Domingo.

Es por eso que en sectores del oficialismo no pueden creer la reticencia de Alberto de mandar fuerzas federales a la zona del conflicto, algo que el presidente finalmente aceptó pero con un reto público a la gobernadora Carreras. Esto se suma al apoyo del embajador en Chile, Rafael Bielsa, al líder de la RAM, Facundo Jones Huala.

«Es una locura», dijo un dirigente importante del Frente de Todos, preocupado por el impacto electoral en Río Negro pero también en Chubut y Neuquén, donde hay coletazos del conflicto con grupos mapuches.

El FDT perdió en septiembre en toda la Patagonia, pero todavía conserva algunas esperanzas de mejorar los números y mantener alguna de las bancas que pone en juego. En Chubut se disputa un asiento en el Senado que puede ser clave, mientras que en Río Negro y Neuquén necesita mejorar para mantener los diputados que arriesga.

Otro punto llamativo es que nadie en el oficialismo se hace cargo de la defensa de los mapuches, aunque todos reconocen que el conflicto tiene un costo electoral que puede ser importante.

Fuentes de La Cámpora negaron que la agrupación respalde a estos grupos y recuerdan que Néstor Kirchner como gobernador de Santa Cruz sufrió conflictos similares. En la agrupación de Máximo dicen que falta muñeca política para resolver el conflicto, aunque admiten que se trata de un tema complejo y que no es una protesta normal.

En ese sentido, en el oficialismo aseguran que Carreras quiere compartir el costo político del conflicto y por eso enfoca sus reclamos en el envío de efectivos federales, aunque los episodios como la quema del club en El Bolsón corresponden a la policía rionegrina. La vocera presidencial Gabriela Cerruti pidió este jueves que el tema «no sea utilizado como herramienta electoral».