Cristina y una rebelión en puerta en su bloque del Senado

A la pérdida de senadores por el resultado electoral, ahora se agrega la amenaza de algunos legisladores de romper la bancada.

Al angustiante horizonte que las PASO dejaron para el oficialismo -de repetirse dentro de 25 días el resultado en las elecciones legislativas el Frente de Todos perdería el quórum propio en el Senado- ahora al Gobierno se le suma un inesperado e inquietante escenario: Cristina Kirchner tiene en puerta una rebelión interna en su bloque.

En la actualidad, la vicepresidenta tiene alineado una poderosa bancada de 41 senadores, con la que pudo en estos dos años avanzar en todas las iniciativas que el oficialismo necesitó.

Pero tras la paliza que sufrió en las primarias, todo indica que el bloque del Frente de Todos adelgazará. De no lograr revertir sus derrotas en Chubut, Santa Fe y La Pampa, la bancada se achicará a 35 senadores, dos menos que el quórum.

Hasta ahí, el escenario parecía malo pero no del todo dramático. Con negociar con sus eventuales aliados de partidos provinciales -el rionegrino Alberto Weretilneck y la misionera Magdalena Solari Quintana- el oficialismo podía alcanzar los 37 para el quórum.

A un costo alto, porque ambos senadores se descuenta harían valer sus votos con pedidos de ayuda y obras para sus provincias.

Pero la derrota en las PASO también dejó al desnudo el malestar que hay entre algunos senadores del Frente de Todos, que amenazan con una rebelión.

Está la versión de que tras la elección del próximo domingo 14 de noviembre, la bancada oficialista podría sufrir directamente un desgajamiento. La salida de 4, 5 ó 6 senadores peronistas que conformarían un bloque propio.

Se refería a que así como los legisladores de las fuerzas provinciales de Río Negro y Misiones podrían hacerse valerse más, con su salida del bloque estos senadores también podrían negociar sus votos -y presencias para el quórum- desde una posición de poder.