La Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc) confirmó el deceso de una mujer minera en un yacimiento minero de Potosí. La víctima del accidente laboral fue identificada como María Alicia Quiroga Mamani, de 19 años de edad. Ella cayó a una profundidad de 70 metros, junto a su compañero, Alberto Alata Canaviri, de 20 años.
Ambos subían en un guinche después de una jornada laboral agotadora en interior mina. De acuerdo con la declaración de sus compañeros, resbalaron y cayeron al abismo. Sus cuerpos fueron rescatados y extraídos a la superficie en medio de una profunda consternación porque ambos eran muy jóvenes.
María Alicia rompió tabúes. Se constituyó en la primera mujer cuyo fallecimiento es reportado oficialmente como una obrera en interior mina.
Los varones son los que, por tradición, se dedican a los trabajos manuales en interior minera. A las mujeres se les tenía prohibido el acceso a los socavones por la creencia de que su simple presencia extingue el mineral.
Sin embargo, esas creencias fueron superadas, aunque con cierta cautela, ya que cada vez aparecen más mujeres realizando el trabajo que generalmente está destinado a los hombres en la minería.
Quiroga fue una de las primeras mujeres en firmar el pacto de muerte desde el primer día que empezó a entrar al socavón, considerando que es uno de los oficios más peligrosos y sacrificados. Las obreras y obreros de las minas ocupan al escalón más bajo en la minería potosina. Trabajan en condiciones precarias, ganando sumas bajas en comparación a los beneficios de los socios cooperativistas, que prácticamente ganan sin trabajar.
A pesar de las prohibiciones, arrastrada por la necesidad y la cotización alta de los minerales, María Alicia entró a la profundidad de la mina Tres Amigos, que opera la Cooperativa Ollerías, distante a 50 kilómetros de la ciudad de Potosí.
La Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc) aún no elaboró el cuadro estadístico de cuántos mineros perdieron la vida en los socavones que explotan en el Departamento de Potosí.
De acuerdo con los datos, mensualmente se reporta entre cuatro a cinco decesos de trabajadores mineros a raíz de accidentes laborales, la inhalación de gases venenosos y caída de planchones. La mayor cantidad de decesos se registró en el Cerro Rico de Potosi.