Tras la reunión entre ambos, que tuvo lugar en el palacio pontificio, Piñera se entrevistó con el secretario de Estado vaticano, Pietro Parolin, indicaron fuentes vaticanas.
El Mandatario chileno, que llegó al Vaticano acompañado por el canciller, Andrés Allamand, y el embajador de Chile ante la Santa Sede, Octavio Errázuriz, acudió después a los Jardines vaticanos para visitar el lugar donde el pasado junio fue colocado el mosaico dedicado a la Virgen del Carmen.
Se trata de una obra de la artista Francisca Claro, hecha con piedras recogidas a lo largo de todo el territorio y que fue bendecido en una ceremonia presidida por el cardenal Giuseppe Bertello, Gobernador del Estado de la Ciudad del Vaticano, y estuvieron presentes también el cardenal Celestino Aós, arzobispo de Santiago, quien bendijo la imagen, y el obispo auxiliar, Alberto Lorenzelli.
Durante el intercambio de regalos entre Francisco y Piñera, el mandatario entregó al pontífice argentino un tablero de ajedrez realizado con combarbalita, una roca semipreciosa, única en el mundo, que abunda en Combarbalá.
Mientras que el papa entregó a Piñera un azulejo grabado con la imagen de San Pedro y sus escritos durante este pontificado, así como el último mensaje de la Paz.
Esta segunda reunión entre Francisco y Piñera sigue a la que mantuvieron el 13 de octubre de 2018, que estuvo marcada sobre todo por el escándalo de los casos de pederastia y encubrimiento en el clero chileno. Una visita que se produjo justo después del viaje del papa a Chile del 15 al 18 de enero de 2018.
En esta ocasión, Piñera tenía en agenda a hablar con el papa la lucha contra la pandemia, pero también de avanzar en la agenda para combatir el cambio climático con las políticas impulsadas durante la Presidencia de Chile de la COP-25 y la preparación de la COP-26 en Glasgow, en donde está previsto que participe presencialmente Francisco.
De acuerdo al Vaticano, «se habló de la situación interna del país, prestando especial atención al desarrollo socioeconómico, al proceso de reforma de la Constitución y a las relaciones con la Iglesia católica. A este respecto, se manifestó el deseo de una colaboración serena, habida cuenta de la contribución que ofrece al bien de toda la población en los ámbitos caritativo, educativo y social, especialmente en este período crítico de la pandemia».
