En dos cuadras del centro de Antofagasta hay más de 120 vendedores ambulantes

Locatarios establecidos piden que se retome la idea de un recinto para reubicarlos y que se realice un trabajo de fiscalización. Además, advierten que grandes volúmenes de mercadería no corresponderían a personas con extrema necesidad.

Retomar ideas que fueron planteadas hace varias administraciones municipales y que las autoridades realicen labores de fiscalización. Esto es lo que piden algunos locatarios para ordenar el centro de Antofagasta, debido a las aglomeraciones que genera el comercio ambulante en algunas cuadras del casco histórico de la comuna, como en la Plaza Sotomayor y Matta (Maipú-Baquedano), donde se concentran cerca de 120 puestos.

Desde la Cámara de Comercio de Antofagasta anunciaron que presentarán un recurso de protección para exigir que las diferentes autoridades que tengan injerencia en la situación del comercio ambulante “realicen el trabajo que no están haciendo”. El gremio también sostuvo que se necesita un catastro para determinar a las personas que efectivamente están en la calle por necesidad y diferenciarlos de aquellos que manejan grandes volúmenes de mercadería y, que tendrían varios puestos trabajando en este sector.

“Es un tema antiguo, que ha costado ordenar”, dijo Giancarlo Coronata, locatario de calle Prat. Y coincide con uno de los puntos que plantea la cámara, mirar en detalle quiénes están ejerciendo el comercio ambulante. “Revisar si son personas que de verdad requieren esta actividad o si se trata de gente empleada por otros. Llama la atención ver puestos que tienen hasta cuatro millones de pesos en mercadería, lo que no se condice con personas en situación de necesidad, y eso lleva a pensar que hay alguien que pudiera estar detrás de varios de estos puestos”, sostuvo.

Al mismo tiempo le preocupa que los centros son la primera cara visible de una ciudad, la imagen del turista y que, en este sentido, la ciudad no tiene un buen ejemplo en aseo y presentación.

Recinto habilitado por el municipio

“Hace décadas hemos conversado este problema, con todos los alcaldes que pasaron. Varias veces propusimos que la municipalidad analizara la factibilidad de habilitar un lugar en el centro, donde se instale a quienes están haciendo comercio ambulante porque lo necesitan. En el periodo de Marcela Hernando tratamos de acercarnos a una locación, pero eso no llegó a puerto. Luego salió el proyecto de instalarlos en calle Maipú y desde mi punto de vista no fue bueno, porque se obstruye la circulación peatonal”, recordó Coronata.

El tema, añadió, pasa por tomar una decisión, conseguir un lugar para ubicar a los ambulantes sin permitir que otros llegue a ocupar el centro.

“Lo principal es avanzar en formalizarlos e instalar, a quienes de verdad lo necesitan, en un recinto habilitado por el municipio y que no sea en la calle ni en una plaza, porque son espacios para la comunidad y no para el comercio. Esta iniciativa hay que retomarla para que llegue a buen término”, insistió.

Si la autoridad está con el espíritu de ordenar el centro, nosotros apoyamos al alcalde y en lo que podamos ayudar estamos disponibles para tener un centro que nos represente como ciudad.

El locatario expuso que el exalcalde Wilson Díaz intentó ordenar esta situación y que el actual edil Jonathan Velásquez tiene la convicción de realizarlo. Pero advirtió que para lograr la meta tienen que sumarse todas las autoridades que tienen facultades fiscalizadoras.

“En esto participan varias instituciones, SII, Carabineros o la Seremi de Salud, pero en muchas ocasiones la respuesta que recibimos es que como no están formalizados, no se puede fiscalizar. No sé si esta respuesta es ridícula, porque entonces la gente que funciona informal tiene una ventaja porque ni siquiera los controlan”, criticó. Sobre la presencia de Carabineros, Coronata reconoció que en las últimas semanas ha sido más fuerte, pero que se limita a controles de identidad de transeúntes. “Falta establecer un patrón y decidirse a trabajar en un formato, porque la fiscalización trae malos ratos y si esto no se hace, no habrá orden”, subrayó.

“Que se cumpla la ley”

Para Pablo Castillo, locatario de calle Matta, la solución no pasa por entregar un recinto, ya que eso permitirá que aparezcan más ambulantes en el centro. “Espero que la ley se cumpla y sea aplique para todos, no pedimos nada más, sin privilegios ni para los de arriba ni para los de abajo”, dijo.

Castillo también pidió diferenciar entre quienes necesitan el comercio ambulante para subsistir. “Si miras la cantidad de mercadería es imposible que sean personas vulnerables. Entendemos que hay quienes que necesitan vender, pero ahora el centro es una industria como la calle Meiggs en Santiago, que son distribuidoras que ocupan gente para vender en las calles. Hablamos de personajes que traen mercadería de Iquique y la venden en el centro sin pagar ningún tributo. Y después viene Impuestos Internos y nos fiscaliza las boletas, nos exigen el tributo a la utilidad, debemos pagar la patente que no fue perdonada en la pandemia, sino que se aplazó a octubre con multa”, cuestionó el locatario.

Además, enfatizó que el 80% de las ventas del comercio establecido son para el pago de IVA, sueldos, arriendo, las imposiciones, patente, gastos operacionales y cumplimiento de normativas sanitarias.

“Con los impuestos que nosotros pagamos se compran los notebooks en las escuelas, la gratuidad de la universidad y una serie de beneficios que al final son pagados por las pymes”, sostuvo. Aunque es materia de otro tema, aseguró que se percató de un “fenómeno” en los últimos meses. En las entrevistas laborales que ha realizado, la gente le pide trabajar sin contrato para no perjudicar el IFE que reciben. “Les digo que eso no puedo hacerse y de 20 personas, 11 me dieron esa respuesta, todos ellos eran chilenos”, relató.

En cuanto al rol de las autoridades, precisó que a Wilson Díaz no se le podía exigir ya que él asumió el puesto que estaba sin titular, lo mismo que sucedió con Ignacio Pozo. “No podemos cargar contra ellos y Jonathan Velásquez lleva poco más de un mes, es joven, tiene ideas raras, pero como alcalde no podemos juzgarlo todavía y pedirle que arregle un problema que viene desde la época de Pedro Araya. Wilson Díaz trató de hacer algo, pero lo pifiaron y tuvo que irse de calle Matta. Todas las instituciones tienen que ser justas, Impuestos Internos, la institución que más nos exige, debería sancionar a quienes no tributan. En calle Matta se coloca un carro a vender alimentos que son manipulados de manera poco higiénica y al local de comida que está en frente Salud le fiscaliza la cocina al pie de la letra, lo que es injusto”, manifestó Castillo.