«Cualquier berretada que saque el foco de Alberto le suma al Frente de Todos»

Marcos Novaro y Celia Kleiman analizan el impacto de la sexualización de la campaña: "Se quedaron en Woodstock", advierten.

Los analistas creen que la polémica que se levantó por las declaraciones de Victoria Tolosa Paz, que dijo que «en el peronismo se garcha», le terminó sirviendo a Alberto Fernández.

La propia militancia del Frente de Todos, en especial la que no mira el programa de Pedro Rosemblat y Martín Rechimuzzi, cuestionó como un «tiro en el pie» la entrevista a la primera candidata del Gobierno en la provincia.

Para los analistas, sin embargo, el diálogo canchero de la candidata con los cómicos oficialistas -un título creado por el célebre Luis del Chotto de Diego Capusotto en ChaChaCha- no fue un error no forzado, sino una movida deliberada que le quitó la marca a un presidente que venía golpeado en las últimas semanas ante su propio electorado por el escándalo del cumple de Fabiola Yáñez, entre otros gaffes.

«Es una jugada para llamar la atención, sin ningún contenido, y tratar de cambiar la conversación que gira alrededor de Alberto en otra cosa», dijo a un diario porteño el politólogo Marcos Novaro.

Tolosa Paz dijo que «en el peronismo se garcha» y la hizo enojar a Vidal

«Como jugada para llamar la atención efectivamente sirvió, lo demás es puro humo», explicó el analista, en referencia a las críticas en fila que recibió Tolosa Paz de parte de los principales dirigentes de la oposición.

Novaro dijo que «cualquier cosa que sea sacar el foco de atención en Alberto es ganancia para el Frente de Todos». «Con la berretada que sea», enfatizó.

Celia Kleiman, de Polldata, dijo a un diario porteño que el garcha-gate tiene «cero impacto» en las elecciones porque es un mero «divertimento de la clase media». «El grueso de la población, que lamentablemente es de clase media baja, no tiene en cuenta esta discusión», dijo.

Hay alguien que les recomienda hablar del goce, del disfrute, y eso es muy raro, sería más potente que hablaran de las verdaderas demandas sociales.

Kleiman sin embargo puso en duda la efectividad de la campaña del oficialismo para captar el voto joven. «Se quedaron en Woodstock, el joven de no es el de los 70», explicó. «Las demandas de los jóvenes no giran en torno a eso, sino a comer y a tener trabajos que no estén precarizados», dijo la analista.

«Los jóvenes vienen de sufrir con Macri y extrañaban a Cristina, pero ahora también sufren; hay un reciclaje de nostalgias mientras no les dan una solución a los problemas económicos», dijo y remarcó que en ese contexto surgen «outsiders» como Javier Milei.

Kleiman recordó que no sólo Tolosa Paz, sino también el primer candidato del Gobierno en la Capital, Leandro Santoro, incluyó en su discurso «la reivindicación del goce y la felicidad». «Hay alguien que les recomienda hablar del goce, del disfrute, y eso es muy raro, sería más potente que hablaran de las verdaderas demandas sociales», dijo.