El ministro de Relaciones Exteriores, Rogelio Mayta, desenfundó contra medios de comunicación del país. Los acusó de manipular los resultados de la interpelación que realizó el Gobierno al secretario general del Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, por el informe que emitió sobre las elecciones en 2019.
En dicha interpelación, tras la exposición de dos ministros y el embajador del país ante ese organismo, solo tres representantes diplomáticos (de Argentina, México y Nicaragua) tuvieron posiciones coincidentes y de respaldo a la exposición de Bolivia, el resto (15 diplomáticos de la región) respaldó el informe de la OEA y al secretario Almagro.
El 25 de agosto, el Gobierno boliviano interpeló a Almagro en sesión extraordinaria del Consejo Permanente de la OEA, que reúne a 34 países del hemisferio.
El Estado acusó a Almagro de injerencia en los asuntos internos del país, después de que el organismo internacional ratificara los resultados de la auditoría al fallido proceso electoral de 2019, en el que un equipo de técnicos encontró irregularidades que incidieron en los resultados.
Este estudio hizo crecer el descontento social en el país y terminó con la renuncia del expresidente Evo Morales, que dejó el poder en un avión que fue enviado desde México.
Bajo este contexto, la delegación boliviana a la cabeza de Mayta (Relaciones Exteriores), el ministro de Justicia, Iván Lima, y el embajador del país en la OEA, Héctor Arce, acusaron a Almagro de intervenir en los asuntos internos de Bolivia y de ser uno de los principales actores para que se perpetrara un supuesto golpe de Estado contra Morales.
Las autoridades nacionales aseguran que este informe aceleró la caída del expresidente Morales.
«Este informe de la OEA lo emitieron el 10 de noviembre de 2019 en la madrugada, rompiendo las reglas del acuerdo que tenían con el Estado boliviano. Fue un detonante, complicó mucho la situación crítica que ya vivía nuestro país», dijo Mayta en una entrevista con Bolivia TV. En coincidencia, Evo Morales dijo que le informaron que el informe de los peritos de la OEA estaba listo en la madrugada del 10 de noviembre y que él advirtió que si se publicaba provocaría muchas muertes. El expresidente hizo esas declaraciones durante una entrevista en la radio Kawsachun Coca.
