Conflicto en el sector de la salud

Sanidad: un paro de 4 horas y hoy aumentaría las medidas de fuerza

El sindicato de Daer podría tomar medidas más duras. Reclaman 45 por ciento de aumento salarial pero el Gobierno no autoriza aumentos a las prepagas.

El personal de Sanidad cumplió el viernes con un paro de cuatro horas en reclamo de mejoras salariales, en una medida de fuerza que tuvo otro capítulo por la noche frene al Sanatorio Finochietto. Las acciones podrían repetirse la semana que viene.

El paro de cuatro horas por parte del gremio de Sanidad podría repetirse esta semana, según el sindicato. El gremio reclama una recomposición del 45%, pero no encuentra respuesta a su pedido. Durante el viernes, hubo paros por cuatro horas. Hoy, en un plenario, se decidirán los próximos pasos a seguir. En el sector de la medicina prepaga temen una medida más dura.

Los prestadores del sistema de salud dicen que no hay una solución a la vista. Las empresas de medicina prepaga, por su parte, vienen negociando un aumento de las cuotas con el Gobierno. Si lo obtienen, pueden ofrecer un aumento. Pero los prestadores de salud no solo viven de las prepagas, sino que también poseen ingresos de PAMI, IOMA, y el resto de las obras sociales sindicales. Y allí no están encontrando las respuestas, según explican.

El gremio de Sanidad, liderado por Héctor Daer, reclama una recomposición del 45%. Las empresas de medicina prepaga están negociando con la secretaría de Comercio un aumento del 36% (9% mensual durante los próximos tres meses y un 9% adicional en febrero de 2022).  Algunas empresas de medicina prepaga también son prestadores de servicios, mientras que otras no. Los sindicatos esperan una respuesta formal de los prestadores.

Los prestadores no solo tienen ingresos de las prepagas, sino que también necesitan un aval de PAMI, IOMA y el resto del sistema de salud. Eso es lo que no estaría ocurriendo, según explican en el sector. Cada prestador tiene una composición de ingresos diferente. Por ejemplo, en los hospitales de comunidad (el Alemán, o el Sirio-Libanés), algunos poseen más facturación proveniente de «prepagas» (como el Alemán), mientras que otros se nutren más de obras sociales (como el Sirio Libanés).

«Fueron los héroes de la pandemia, los que fueron a la guerra, y ahora los tenemos manifestándose en la calle porque hay incapacidad de darles una respuesta», se queja Claudio Belocopitt, de Swiss Medical Group y presidente de la Unión Argentina de Salud, una entidad que nuclea a 15 cámaras del sistema de salud privado.

«Nos tenemos que sentar en una misma mesa las prepagas, los prestadores de salud, los sindicatos, las obras sociales, PAMI, IOMA y los ministerios de Salud y Trabajo. Pero eso no sucede, y por eso no llegamos a ningún acuerdo», dice Belocopitt.

Los prestadores de salud saben de las prepagas podrían tener una mejora de ingresos del 36% entre el mes próximo y febrero de 2021. Con ese número, estarían en condiciones de realizar una propuesta salarial al sindicato. Pero no pueden convalidar esa oferta al gremio, sin la anuencia del resto de las obras sociales, o de PAMI (que presta servicios a los jubilados) o IOMA, la obra social predominante en la provincia de Buenos Aires.

«No podemos seguir agravando la situación, financiemos la paritaria ahora y después vemos el camino a seguir. Sino destrabamos esto durante el fin de semana, se dice que van a querer a un paro de 3 días», advierte Belocopitt. Además de ser accionista de Swiss Medical, el empresario posee prestadores del sistema de salud.

El conflicto estalló semanas después de que la vicepresidenta Cristina Kirchner lanzó su idea de «integrar» los sistema de salud privado, del estado y de las obras sociales. Para Belocopitt, los K buscan desfinanciar a las prepagas para pasar a ese sistema, de acuerdo a un plan que maneja el equipo del ministro de Salud bonaerense, Daniel Gollán.

«Es el sistema el que no nos está dando respuestas. La falta de acuerdo de los prestadores con PAMI y las obras sociales es un tema que deben resolver los financiadores», puntualizan en el sindicato.

«El Gobierno debe tomar nota de la injusticia social que padece el personal de la sanidad e involucrarse en la búsqueda de soluciones. No es posible jactarse de la solidez del sistema de salud y no ocuparse de su financiamiento, por lo que continuará el plan de lucha, los paros y marchas hasta firmar los convenios colectivos en la actividad asistencial», señalaron ayer a la tarde los dirigentes Carlos West Ocampo y Héctor Daer.

Los trabajadores del sector en todo el país paralizaron hoy las tareas durante 24 horas con huelgas de 4 horas por turno -que continuarán hasta esta madrugada- y se movilizaron hacia clínicas, institutos y hospitales de comunidad para visibilizar las demandas de mejora salarial.

Un documento firmado por los dirigentes sindicales sostuvo que el paro fue acatado de forma masiva en todo el país y se pronunció por mantener «la presión para lograr el objetivo de una paritaria que contemple un 45 por ciento de aumento».

«La falta de coordinación (entre los distintos integrantes del sistema de salud) hace que todo se demore. Esto lo tendríamos que haber resuelto el 10 de junio. Al 22 de julio no hay arreglo. Hasta que la ministra de Salud (Carla Vizzotti) no siente a PAMI, sindicatos, los prestadores, las empresas de medicina prepaga, el ministerio de Trabajo, y el superintendente de Salud en la misma mesa, vamos a seguir en este fracaso», apunta Belocopitt, Los sanatorios suspendieron cirugías programadas el viernes por las acciones sindicales.

El viernes por la noche, cerca de 30 manifestantes se acercaron a la puerta del Sanatorio Finochietto con redoblantes, pancartas y banderas para continuar el reclamo, ante los bocinazos de los autos que pasaban por la Avenida Córdoba.

Un día antes, el mismo centro de salud fue el punto de partido para otro reclamo que tuvo como llegada el Sanatorio Güemes.

Los tironeos transcurren con un escenario agitado. Por un lado, las prepagas demandan una recomposición del 32% por inflación atrasada, en una causa que llevaron a los tribunales. Pero, además, en el Poder Ejecutivo se barajan reformas en el sistema de salud que inquietan al sector. En el Gobierno no hay acuerdo al respecto, pero ya se decidió que los nuevos afiliados de obras sociales sindicales no podrán «mudar» sus aportes a una prepaga, una práctica que se venía realizando.