Internas y consecuencias

Como en cada elección, la provincia de Buenos Aires será la madre de todas las batallas electorales.

Por Nelson Castro – Una vez más, la provincia de Buenos Aires habrá de ser la madre de todas las batallas en las cruciales elecciones de noviembre próximo, en las que el kirchnerismo buscará hacerse con el control de la Cámara de Diputados, sin el cual su proyecto de alcanzar la suma de los poderes públicos se evanesce. Esto representa un enorme desafío para la oposición. Por eso, durante semanas, la disputa por el armado de las listas tuvo a mal traer a los integrantes de Juntos por el Cambio. El gesto que tuvo como protagonista a Jorge Macri en las últimas horas ayudó a descomprimir la situación. El intendente de Vicente López dio un paso al costado en su cruzada por competir con lista propia y le facilitó las cosas a Diego Santilli, cuya postulación viene siendo impulsada activamente por Horacio Rodríguez Larreta. Pero eso no fue todo: el mensaje completo de quien, en su spot publicitario dijo ser “más Jorge y menos Macri”, dejó en claro que se espera que otros tengan un gesto similar. ¿Hubo ahí un tiro por elevación para el propio Santilli o para el radical Facundo Manes?

Todas estas idas y venidas alteraron el humor en el entorno del jefe comunal que, por estas horas, no era el mejor. “Fueron días difíciles y apostamos a seguir trabajando por la unidad.

En definitiva, hay mucho de lógica en todo esto. Intentamos evitar unas PASO con los radicales donde lo único que se decidiría sería el primero y tercer puesto de la lista. Si las cosas salen bien, en diciembre los que ocupen los primeros puestos compartirán lugares en el Congreso. La interna es un esfuerzo desgastante para una elección que no define cargos personales o ejecutivos”. También dejaron en claro que, si los resultados finales no fueran los esperados, se enfocarían en contener a los derrotados porque “JXC no se puede permitir la ruptura”.

Desde el radicalismo el debate sigue abierto. El sector más cercano a Gerardo Morales se muestra inflexible a ceder lugares en la lista y “la figura de Manes los impulsa a ir por todo”.

Para el oficialismo las cosas tampoco están del todo claras en su principal bastión electoral. La discusión principal que se da entre la Casa Rosada y el Instituto Patria es por el perfil de los nombres que podrían llegar a integrar las listas. ¿Radicalización o moderación?, esa es la pregunta. Desde Balcarce 50 el criterio es generar listas con nombres que no espanten al electorado moderado. Sin embargo, esa línea de pensamiento no es compartida ni desde La Cámpora ni desde el núcleo duro kirchnerista, los que presionan para jugar a fondo con nombres como el del viceministro de Salud bonaerense Nicolás Kreplak. Todos esperan que Cristina Fernández de Kirchner se reserve el derecho de ubicar a las cabezas de lista y aguardan alguna señal en ese sentido.

Alerta roja. En este marco, donde el año electoral atraviesa de manera transversal los ámbitos político, social y educativo, no puede dejar de señalarse la responsabilidad que la dirigencia política –oficialismo y oposición– tiene en cada una de las actividades que encare. Hay códigos que deberían ser respetados.

Pedirle eso al kirchnerismo es una quimera. Por ello no sorprende –pero alarma– una iniciativa lanzada desde la Jefatura de la Región Educativa N°11 de la provincia de Buenos Aires, que nuclea las localidades de Campana, Exaltación de la Cruz, Zárate, Pilar y Escobar, que merece especial atención. Anclada en el contexto curricular de las temáticas de ciudadanía, las autoridades promueven que en las escuelas se proceda a la difusión de “información referida a las propuestas de campaña de los diferentes espacios políticos”; hablan también de la necesidad de “indagar y discutir sobre las propuestas legislativas” y de la oportunidad para “desarrollar proyectos que incluyan la presencia y la posibilidad de diálogo con candidatos”, entre otras dinámicas grupales. El título de este paper es Propuesta Regional: “Democracia todos tienen la palabra” y tiene fecha el 5 de julio de 2021.

La escuela es el ámbito natural y necesario para construir ciudadanía. Pero es de vital importancia que tanto el diseño de los contenidos como su puesta en práctica dentro del aula se realicen con absoluta honestidad intelectual. Veamos, pues, qué pergaminos de “honestidad intelectual” exhibe el oficialismo:

¿Qué grado de honestidad intelectual puede exhibir un gobierno qué se contradice una y otra vez?

¿Qué grado de honestidad intelectual puede exhibir un gobierno que prometió acabar con la grieta y no hace más que ahondarla día tras día?

¿Qué grado de honestidad intelectual puede exhibir un gobierno que usa la vacunación contra el covid-19 como instrumento de propaganda política?

¿Qué grado de honestidad intelectual puede exhibir el kirchnerismo, que se apropia de lo público y lo usa como instrumento de dominación política?

¿Qué grado de honestidad intelectual puede exhibir el kirchnerismo, que considera al adversario político como a un enemigo?

¿Qué grado de honestidad intelectual puede exhibir el kirchnerismo que pretende dar cátedra sobre el respeto a los Derechos Humanos y calla y otorga cuando se violan en sus distintas formas en Formosa, Cuba, Nicaragua y Venezuela?

¿Qué grado de honestidad intelectual puede exhibir el kirchnerismo, cuya líder descree y fustiga el concepto de la división de los poderes del Estado consagrada por la Constitución Nacional?

¿Qué grado de honestidad intelectual puede exhibir un gobierno que utiliza al poder como medio para la obtención de privilegios?

Antes de pensar en estas acciones proselitistas, las autoridades educativas deberían esmerarse en mejorar la calidad de la deteriorada educación argentina. Ese es el aporte que deben hacer para construir ciudadanía. Todo lo demás, es una mentira más de las tantas que abundan en el gobierno de los Fernández (Cristina y Alberto).

Producción periodística: Santiago Serra