Se acelera la emisión monetaria

$80.000 millones al Tesoro, apenas seis ruedas luego del último giro

La transferencia es para que el Gobierno haga frente a un nivel de gasto que supera cualquier aumento que pueda tener la recaudación impositiva, la creación de gravámenes o nuevo endeudamiento

La “maquinita” vuelve a trabajar a destajo, aun cuando no se han terminado de ver las consecuencias inflacionarias de los más de $2 billones que el Banco Central (BCRA) emitió en 2020 para asistir financieramente al Tesoro.

Se hizo oficial ayer al quedar a la vista que el BCRA había realizado una semana antes una nueva transferencia al Tesoro Nacional, esta vez por $80.000 millones, apenas seis ruedas después de haberle girado otros $90.000 millones, para que haga frente a un nivel de gasto que supera cualquier aumento que pueda tener la recaudación impositiva, la creación de gravámenes o nuevo endeudamiento.

Por ello, obliga a este tipo de asistencia, haciendo que las expectativas de inflación para los años siguientes también se disparen y ya ronden los 42 puntos para 2022.

La que puede computarse como la primera asistencia de la segunda mitad del año fue nuevamente en concepto de remisión de utilidades, aunque se sabe que las ganancias del ente monetario se dan por el impacto que la devaluación del peso tiene en los activos anotados en dólares en su balance y que muchos de ellos son bonos emitidos por el Gobierno, como los que -en el mejor de los casos- cotizan a entre el 30% y 35% de su paridad en los mercados. Es decir, son ganancias meramente “contables”.

Con el nuevo giro (sexto en lo que va del año) las asistencias del BCRA al Tesoro alcanzan $410.000 millones: $190.000 millones corresponden préstamos en concepto de Adelantos Transitorios y los restantes $220.000 millones a Transferencias de Utilidades.

La transferencia deja en evidencia que el Tesoro se quedó muy corto al tomar del mercado el martes anterior apenas $38.100 millones mediante la emisión de nueva deuda, tras una subasta en la que rechazó el 40% de las ofertas de compra recibidas para mantener sin cambios las tasas. “Se ve que no llegaban a pagar los aguinaldos. Pero deberían tener en cuenta que, a más emisión, crece la presión sobre el dólar, aunque refuercen y extienda el cepo”, apuntó el analista financiero Salvador di Stéfano.

Lo que queda claro es que lo visto en el primer cuarto del año, y que justificó parte de la tranquilidad que se fue imponiendo en el mercado cambiario luego, quedó definitivamente atrás. Hay que recordar que tras un primer bimestre sin envíos, el BCRA giró al Tesoro $135.000 millones en marzo, $55.000 millones en abril, $50.000 millones en mayo y $90.000 millones en junio.

En el mercado consideran que estos dos últimos giros, concretados con una diferencia de apenas días -y que explican más del 40% de la emisión monetaria del año-, marcarán el inicio de la temporada alta para la “maquinita”. Y advierten que trabajará a destajo cuando se inicie la temporada baja de liquidaciones de divisas comerciales, un cóctel que explica el clima de nerviosismo cambiario que se reinstaló en las últimas semanas.

La consultora Equilibra estimó en un informe la semana pasada que el Tesoro deberá cubrir un déficit primario de $1,3 billones en la segunda mitad del año, la mitad del cual se registrará en el último bimestre.

El grueso de los recursos para hacer frente a ese agujero, creen, deberá hacerlo el BCRA, que viene emitiendo un promedio de $107.000 millones por mes en el último bimestre solo para pagar su deuda remunerada, y tendría agregar de aquí a fin de año unos $900.000 millones para girar al Tesoro para que el acumulado del año cierre con asistencia del BCRA al Tesoro por 2,9 puntos del PBI. Claro que eso se produciría en momentos en que, ni con el rebote de la actividad, se observan signos de mejoría en la demanda de pesos…

Con datos del propio BCRA el centros de estudios Idesa, que preside el economista Jorge Colina, recordó que desde que asumió la administración Fernández y hasta el mes pasado el total de pesos en poder de la gente (sumando efectivo, tenencias en cuentas a la vista o depositados a plazo) aumentó un 126% contra una inflación acumulada del 71% en dicho período. “Eso significa que todavía hay $1,2 billones de pesos de emisión en exceso y nos alerta que la inflación, con todo lo que golpeó, aún no licuó toda la enorme emisión monetaria que hubo en el 2020″, destaca en un informe del que participó además su colega Virginia Giordano.

El trabajo señala que se mantiene una gran cantidad de pesos ociosos. Y recuerda al respecto que si bien el BCRA recuperó tenencia de reservas para pulsear contra el mercado “todavía están US$ 2400 millones abajo del nivel que tenía en diciembre 2019. Es decir, hay muchos más pesos y menos dólares que cuando el gobierno asumió. En estas condiciones, volver a emitir dinero masivamente puede gatillar una corrida hacia el dólar lo que agravaría la crisis cambiaria e inflacionaria”, advierte.

Para los analistas de Delphos Investment, este cuadro de situación debería obligar al BCRA a “mantenerse atento y reactivar su esfuerzo esterilizador cuando sea necesario para controlar las presiones inflacionarias”, especialmente dado que ya quedó a la vista que “la mayor liquidez parece ser quien ha impulsado a los dólares alternativos en las últimas semanas”.