Inmigración irregular

Fin de semana trágico en las costas de Túnez, 70 migrantes perdieron la vida

Una ONG pidió a la Unión Europea que coordine el desembarco urgente de 572 rescatados que se encuentran a bordo del barco de rescate Ocean Viking

Al menos 70 personas murieron ahogadas y cerca de medio millar fueron interceptadas o rescatadas frente a las costas de Túnez y Libia en el fin de semana más trágico para la migración en la ruta del Mediterráneo Central, una de las más mortíferas del mundo.

Fuentes de la Media Luna Roja confirmaron que a lo largo del lunes patrulleras tunecinas hallaron los cadáveres de 21 migrantes que se ahogaron al caer de una barca fletada por mafias locales en la ciudad meridional de Sfax, segundo puerto comercial del país.

Otras 50 personas que viajaban a la deriva pudieron ser rescatadas y trasladadas a tierra donde recibieron los primeros auxilios y fueron puestas en cuarentena antes de ser entregadas a las autoridades judiciales para su posterior procesamiento.

Según estas fuentes, la mayor parte de las víctimas y de los rescatados procedían de diversos países del África Subsahariana y se habían embarcado el mismo domingo, aprovechando el buen clima en la zona.

El viernes, otras 49 personas desaparecieron frente a la costa de Túnez al naufragar una embarcación precaria fletada en la ciudad libia de Zawara por mafias transnacionales dedicadas al contrabando de personas.

Según la Media Luna Roja tunecina, el bote neumático había salido horas antes desde la citada localidad, vecina a la frontera con Túnez, y navegaba a la deriva debido a los fuertes vientos, el oleaje y las corrientes, que la arrastraron hacia el oeste.

En ella viajaban 80 personas más, en su mayoría procedentes de Egipto, Sudán, Eritrea y Bangladés, que fueron rescatadas y llevadas a tierra, donde recibieron los primeros auxilios antes de ser enviadas a centros de detención y ser entregadas a las autoridades locales para su procesamiento.

Este es el naufragio más grave que ocurre en lo que va de año frente a las costas de Túnez después de que el pasado 17 de abril otras 41 personas, entre ellas una decena de mujeres y un niño de corta edad, murieron ahogadas al hundirse una embarcación precaria que había sido fletada por mafias locales en la playa de Sidi Mansour, próxima a Sfax, segunda ciudad en importancia del país.