Bolivia enfrenta la tercera ola de covid-19 con falta de oxígeno y hospitales saturados

La tercera ola de covid-19 está golpeando a Bolivia. El Ministerio de Salud ha registrado en las recientes semanas un incremento de contagios que ascienden a 390.000.

La cifra de enfermos crece a un promedio de 2.800 por día y algunos de ellos necesitan un suplemento de oxígeno para poder respirar en algún punto de la enfermedad. El país enfrenta una escasez de medicamentos y oxígeno y los hospitales reportan índices de saturación, pese a los esfuerzos del Gobierno y el sector privado. Gloria Carrasco nos trae el reporte desde La Paz.

La tercera ola de COVID-19 recrudeció la crisis sanitaria en Bolivia y halló al país, una vez más, con unidades de terapia intensiva saturadas y escasez de oxígeno y de fármacos.

El ritmo de contagios subió en 50% con respecto a la segunda ola, y el promedio de decesos es de 70 por día, mientras el proceso de vacunación avanza lentamente y hasta ahora solo el 5,7% de la población meta está protegida con las dos dosis.

Los esfuerzos de las autoridades para contener la enfermedad y paliar las necesidades más urgentes resultan insuficientes. En las dos últimas semanas, desde que el país empezó a sentir los efectos del rebrote, el número de casos positivos se mantiene en un promedio de 3.000 por día, mil más que en la segunda ola.

Este es también el momento de mayor luto, con un promedio de 70 muertes diarias, solo superado por los 78 decesos que se reportaron en los primeros días de agosto de 2020.

Guillermo Cuentas, exministro de Salud y experto en salud pública, explica que el país experimenta un crecimiento exponencial de casos en esta tercera ola, cuyo pico se proyecta para dentro de dos semanas, con características muy distintas a las anteriores.

“En la primera, con el ‘virus original’, el incremento de casos fue relativamente lento. Pasaron 21 semanas para llegar al pico y el mal se focalizó en los adultos mayores, con sintomatología clásica y un deterioro lento en los pacientes graves”, asegura.

“En la segunda, llegamos al pico solo en seis semanas, con mayor velocidad de contagio y sintomatología más severa. Y la tercera tiene características más complejas: estamos ante la variante brasilera del virus, el doble de contagiosa y más agresiva; y la población afectada es menor de 50 años”, afirma Cuentas.

Freddy Armijo, director nacional de Epidemiología, le dijo a la Agencia Anadolu que la tercera ola surge como rebrote de la segunda. A diferencia de las dos primeras, cuando los casos descendieron hasta la base gráfica, “en la tercera no sucedió esto; la curva descendente se quedó en el medio y se mantuvo así por un tiempo hasta que nuevamente se elevaron los casos”.

De acuerdo con la autoridad, este es uno de los factores que explica el fenómeno. Los otros son, como ya se dijo, la presencia de la agresiva variante brasilera en el país, la reactivación del comercio informal y la infodemia, que genera desinformación y confusión