Agricultura amenazada

Una plaga sin precedentes en Australia: las ratas arrasaron los campos sembrados y contaminan al ganado

El gobierno de Nueva Gales del Sur anunció este jueves un paquete de ayuda de casi 39 millones de dólares para los damnificados.

Una incontrolable plaga de ratones, considerada como una de las peores en las últimas décadas en Australia, está arrasando desde hace semanas cultivos y llevó al límite a los agricultores del país, que aún no levantaron cabeza después de sufrir de forma consecutiva devastadores incendios, sequías e inundaciones.

Estos ratones aparecen por doquier: en las alacenas, en los techos y paredes de las casas; también corren por las camas en las que duermen los granjeros, quienes se pasan horas colocando trampas o limpiando los cadáveres de estos animales, según muestran diversos vídeos y fotografías publicados en las redes sociales.

Pero además, estos agricultores y ganaderos del área rural de Nueva Gales del Sur y de la zona meridional del estado aledaño de Queensland, tienen que hacer frente a la contaminación de los alimentos de sus animales y al incremento de las infecciones de leptospirosis, enfermedad infecciosa que se transmite con agua contaminada por la orina de los animales infectados.

«Es una crisis económica y sanitaria. Desde la contaminación de la comida y el agua por los ratones, hasta las enfermedades que propagan, esta plaga está afectando más que los cultivos, sin mencionar el estrés que causa”, dijo esta semana la directora ejecutiva de la Asociación de Mujeres Rurales de la región, Danica Leys.

Para combatir la plaga, los granjeros, que aún no se recuperan de la peor sequía, el peor incendio y las peores inundaciones en décadas en el este de Australia, deben invertir casi 13.300 dólares en raticidas para cubrir un área de 1.000 hectáreas antes de comenzar a sembrar.

”En muchas áreas, los granjeros ya están en su tercera o cuarta ronda de veneno y los costos se incrementan sin que se tenga una solución a la vista”, señaló recientemente el presidente del comité de Granos de NSW Farmers, Mattew Madden.

La plaga de roedores, que se da en pleno otoño austral y de la que no se tienen datos sobre los costes para la economía, ya obligó a un 40% de los agricultores de Nueva Gales del Sur a reducir el área de sus cultivos, según una reciente encuesta del sector.