La pelea Guzmán-Basualdo dejó a la vista diferencias en el frente gobernante. Ingresos perdiendo con la inflación, suba “débil” del salario mínimo, y ayuda social insuficiente, los principales reclamos.
Cada vez están saliendo más a flote las diferencias de criterios que hay dentro del Frente de Todos. Luego de un año de crisis en el que la pandemia permitió tapar las diferencias, paliadas además con medidas como el ATP y el IFE, este 2021 el contexto cambió y los sectores más duros del oficialismo, identificados con el kirchnerismo, están animándose a expresar sus críticas. Salarios, inflación y ayuda social están en el centro del debate, que terminó de explotar en los últimos días con la discusión tarifaria.
La pelea entre el ministro de Economía, Martín Guzmán, y el subsecretario de Energía Eléctrica, Federico Basualdo, sumó este lunes un nuevo capítulo cuando el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, definió a Basualdo como un “excelente funcionario” y dijo que el aumento del 9% fijado por el Gobierno era suficiente.
Las diferencias desde el territorio bonaerense no quedaron ahí. También el ministro de Desarrollo de la Comunidad, Andrés “Cuervo” Larroque, salió a reclamar que se retome el IFE para los sectores más necesitados. «Entendemos que es indispensable que continúe una política como es el IFE y creemos que debemos reconvertir esas instancias en políticas para que no reciban ningún tipo de cuestionamientos», aseguró en diálogo con Radio Provincia.
Desde Economía advierten que precisamente aumentar los subsidios para sostener las tarifas y multiplicar los fondos para la ayuda social son incompatibles con el contexto de déficit fiscal elevado y sin margen para emitir como en 2020 que se está viviendo.
Las críticas bonaerenses comenzaron a escucharse también durante el fin de semana. La economista y diputada nacional Fernanda Vallejos, vocera habitual de La Cámpora en materia económica, sacó un hilo de tuits en el que pone sobre la mesa una de las principales críticas a la política económica: los salarios siguen perdiendo con la inflación.
“La evolución de los salarios, perdiendo contra la inflación, marcan el principal desafío que tenemos en materia económica. Solo con crecimiento real de los salarios podremos construir un proceso de crecimiento virtuoso que empiece a cerrar las heridas de la desigualdad y la pobreza”, expresó, a la vez que habló de una “profunda deuda” con los trabajadores.
También en materia salarial expresó sus diferencias Claudio Lozano, quien se enfocó en la suba del 35% en siete cuotas que se definió para el Salario mínimo vital y móvil. «Resulta débil el aumento otorgado», sostuvo el director del Banco Nación. En la previa, el economista había sacado un informe en el que alertaba que el aumento tenía que ser del 43,2% (ahora y no en febrero 2022) para retornar a los niveles de 2017.
La magnitud de la crisis económica y su impacto en los sectores más vulnerables está empezando a hacer ruido en las bases del Frente de Todos para vinculadas con esa porción del electorado. La joven legisladora Ofelia Fernández, referenciada a nivel nacional con Juan Grabois, planteó en una entrevista con Canal Nueve que le «incomoda que no haya una política clara sobre la distribución del ingreso».
En el mismo sentido, también la semana pasada aparecieron las primeras críticas del grupo piquetero Somos-Barrios de Pie, uno de los que forma parte de las filas del Gobierno. «Es urgente que la comida llegue a los barrios populares, estamos notando una demora preocupante y la gente no puede esperar», aseveró Norma Morales, una de las referentes de la agrupación que tiene a Daniel Menéndez como uno de los funcionarios del ministerio de Desarrollo Social. “Le pedimos al gobierno nacional que tome nota de esta situación porque estamos llegando a un límite preocupante. Por eso creemos que es importante recuperar la experiencia del IFE del año pasado y pensar en un blindaje para los sectores más golpeados por la situación”, finalizó.
