Empresas chinas venden químicos a los carteles de México para desatar una epidemia de fentanilo descontrolada

Operan al descubierto pese a las promesas del régimen de actuar para frenarlas. En tierra mexicana las organizaciones criminales las convierten en el veneno que atraviesa la frontera hacia los Estados Unidos. La lista completa de las compañías

El incumplimiento sistemático de la promesa de terminar con las exportadoras de precursores químicos hace sospechar en una complicidad detrás de la falta de respuesta: ¿está Beijing protegiendo al primer eslabón de la cadena de tráfico de opioides, fentanilo y muerte que sacude a parte de la población en todo el mundo? ¿Es socio el régimen o sólo dedica sus esfuerzos a reprimir a las minorías étnicas? Por su parte, ¿por qué México no intercepta los envíos que llegan con un simple sello postal? Lo cierto es que las 64 empresas identificadas por Infobae siguen operando y cruzando el Océano Pacífico con un sólo destino: los grandes carteles de la droga.

Tampoco dedican tiempo en secuestrar la maquinaria destinada a crear las pastillas de fentanilo. Un sencillo aparato de compresión puede producir entre 3 mil y 5 mil tabletas de fentanilo por hora. Ese artefacto industrial puede adquirirse en apenas dos minutos en Alibaba por 500 dólares. ¿Toda la línea de ensamblaje? Mil billetes norteamericanos de la más baja nominación. Tardará unas dos semanas en llegar a destino dependiendo del stock. Con otros pocos dólares más -pagados con criptomonedas u otro mecanismo que no deje rastros- se conseguirá la materia prima necesaria sin que se enciendan demasiadas alarmas de un lado y el otro del océano.

Esa materia prima está compuesta por fentanilo y “agentes de corte” tales como harina, talco, lactosa, azúcar, cafeína, almidón. Todo se consigue en China.

Si el negocio avanza, la inversión para aumentar exponencialmente la producción no será significativa: con 5 mil dólares más se adquirirá un procesador con mayor capacidad que permita despachar entre 10 mil y 18 mil píldoras por hora. El rédito puede llegar en unos cuantos meses a la suma extraordinaria de entre 5 a 20 millones de dólares. Tentador tanto para el narco como para quien hace la vista gorda para cobrar un arancel generoso. Los carteles mexicanos lo hacen a grandes escalas.