El Gobierno les prometió a los gremios que no habrá techo para las paritarias, pero quiere cerrar un acuerdo político

Los principales sindicalistas del país estuvieron en Casa Rosada. Mañana será el turno de los empresarios y la próxima semana se realizará una mesa tripartita para unificar criterios que permitan monitorear la evolución de precios y salarios

“El Gobierno no les pondrá techo a las paritarias”, fue lo que dijo Santiago Cafiero a los representantes del sindicalismo argentino, al abrir la primera reunión del Gabinete Económico para lograr un acuerdo de precios y salarios con el que el Gobierno espera contener la estampida inflacionaria que se verificó en enero y se pronostica para febrero, que de continuar dejaría el índice muy por encima de las pautas que fijó para el año. Esa introducción dio marco a un encuentro que transcurrió durante dos horas en un clima de especial cordialidad. La tensión, se anticipa, se aguarda para mañana, en el encuentro con los empresarios.

El ministro de Trabajo, Claudio Moroni, fue el encargado de hablar con los periodistas al salir del encuentro, donde ratificó que “un gobierno peronista no les pone techo a los salarios”. Y aclaró a lo que apunta la Casa Rosada: “Además de tener un buen proyecto macroeconómico, necesitamos un acuerdo político”, aseguró, explicando que los encuentros que hoy se iniciaron son para “generar las conductas, las políticas y los monitoreos para que confluyan en nuestro proyecto macroeconómico”. “El proyecto político del Gobierno es que los salarios crezcan por encima de la inflación, así que es un presupuesto básico que ya estaba previsto”, declaró. Como figura en el Presupuesto, la aspiración oficial es que los salarios superen entre 2 y 4 puntos la inflación pasada.

Moroni destacó que “estuvieron presentes todos los sectores”, lo que efectivamente sucedió, ya que el sindicalismo estuvo representado por todas las líneas en que está dividido. Y explicó que “no hay un contrato jurídico donde vamos a poner números, sino que lo que vamos a establecer es una metodología para monitorear la evolución de precios y salarios, y sentarnos cada vez que sea necesario para que se pueda cumplir con los planes”.

La jornada empezó en Casa Rosada con una reunión de Gabinete Económico que coordina el jefe de Gabinete de Ministros e integran el ministro de Economía, Martín Guzmán, el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, el ya mencionado Moroni, la titular de la AFIP, Mercedes Marcó del Pont, el presidente del Banco Central, Miguel Ángel Pesce y la vicejefa de Gabinete, Cecilia Todesca.

Allí, se terminó de delinear el método a implementarse en la sucesión de las reuniones, sustentado en un informe preparado por Guzmán, quien descree de los métodos compulsivos para frenar la inflación. “Moderar las expectativas”, que es lo que busca el Gobierno, no es un objetivo fácil de traducir en parámetros medibles, con un sustento macroeconómico suficientemente creíble y contrastable. Por eso lo que habrá, tal como dijo Moroni, es un “monitoreo bajo un acuerdo político”.

El grupo después se trasladó al Museo del Bicentenario, donde se concretó el encuentro que se realizó a puertas cerradas. Hasta allí se dirigieron los sindicalistas Héctor Daer (Sanidad), Andrés Rodríguez (UPCN), Armando Cavalieri (Comercio), Hugo Moyano (Camioneros), Gerardo Martínez (UOCRA), Sergio Romero (UDA), Roberto Fernández (UTA), Antonio Caló (UOM), José Luis Lingeri (Aguas), Víctor Santamaría (porteros), Sergio Palazzo (bancarios), Hugo Yasky (CTA) y Ricardo Peidró (CTA-Autónoma).

El Gobierno lo que pretende es “armonizar precios y salarios” en el 2021, año electoral y todavía golpeado por la pandemia, en base a un mecanismo que esté integrado por todos los jugadores de la economía real. Parte del supuesto de que “este año no habrá tensión con el dólar, sino con la puja distributiva”. Por eso, lo que busca la Casa Rosada –trascendió– “no es una foto, sino definir una hoja de ruta que valide” lo que el Ejecutivo hizo figurar en la Ley de Presupuesto en materia de inflación, 29%.