En Catamarca, frente a la preocupación por el aumento de contagios y ante un escenario desalentador, referentes del Frente Amplio de Dirigentes Sociales, SIGAMOS, se pronunciaron en favor de que sean incluidos entre los grupos de prioridad, trabajadoras de los comedores populares y merenderos, ante la posible llegada de una segunda ola de coronavirus en el país.
En ese contexto, los referentes expresaron que esta solicitud tiene como objetivo garantizar la prioridad en las próximas tandas de vacunación.
María Cedrón, dirigente social de Sigamos del Circuito N° 3, remarcó que se trata de un pedido a la administración provincial y no de un reclamo. “Nosotros consideramos que el gobierno puso las prioridades donde las tenía que poner y que la estrategia sanitaria, hasta el momento, es positiva a nivel provincial”, señaló.
Para Cedrón, el Registro Nacional de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular, ya tiene inscriptas 1.500.000 personas. “De ese total, el 33% son de la rama de servicios socio-comunitarios hasta diciembre del año pasado. Las compañeras de la rama, estuvieron incluidas en el decreto de Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio (297/2020), donde se las definió como esenciales. Una parte de ellas recibió un reconocimiento económico y hoy es necesario que estén contempladas para el proceso de vacunación prioritaria, es algo totalmente lógico”, detalló.
A continuación, José Toledo, socio fundador de SIGAMOS, coincidió con su par referente, José Gabriel Carrizo, quien indicó que “sin poner fechas, esta campaña solicita al gobernador Raúl Jalil y al Ministerio de Salud de la provincia que en la lista de esenciales para el plan de vacunación estén las compañeras y compañeros que sostienen nuestros comedores y merenderos populares como personal esencial y de riesgo. Su rol es fundamental en la pandemia, como ya lo reconoció nuestro Presidente Dr. Alberto Fernández”.
Seguidamente, Agustín Rocha, dirigente social por el circuito 4, expresó que “los comedores y merenderos durante 2020 funcionaron como espacios no sólo de entrega de alimentos, sino también de encuentro comunitario, al punto que, en algunos casos, sus referentes podían llegar a enterarse de situaciones sanitarias graves que ocurrían en los barrios, algunas veces a la par, o incluso antes, que el sistema sanitario”.