Biopolítica 2023

El tiempo es el alma del mundo y dos fuerzas tensionan el ciclo político argentino: el clásico deseo (y necesidad) de las nuevas generaciones de suceder a sus predecesores ocupando sus espacios, y el aumento de la longevidad que produce la ciencia estirando la carrera de los políticos.

Jorge Fontevecchia – Joe Biden acaba de asumir la presidencia de Estados Unidos con 78 años (la edad de Roberto Lavagna) haciendo que Alberto Fernández, con 61, sea alguien políticamente joven. Si el Presidente lograra ser relecto en 2023, al terminar un eventual segundo mandato en 2027 sería todavía un año más joven que Cristina Kirchner en 2021.

En su columna, “Anatomía de un instante” (ver http://bit.ly/anatomiainstante), Gustavo González explica qué significaría, de cumplirse, la declarada autopercepción de Alberto Fernández de ser una forma de Adolfo Suárez de la transición panperonista/kirchnerista, por aquel primer presidente de la democracia española, al mismo tiempo de relativizar aquello que se declara en política preguntándose si no es funcional precisamente a lo contrario. Desde estas columnas repetidamente se insiste en la sobrevaloración que muchos realizan de Cristina Kirchner y la subvaloración que hacen de Alberto Fernández, donde lo segundo es lo necesario para lo primero.

Tanto si se cumpliera como si no que Alberto Fernández termine su primer mandato retirándose como un presidente de transición, es en la provincia de Buenos Aires donde se libra la batalla de la biología política K 2023, con un kirchnerismo convertido en partido del Conurbano, que tiene en el territorio bonaerense tanto su refugio como su escenario de proyección nacional.

Y los dos protagonistas son su gobernador, Axel Kicillof, con 49 años, en septiembre será ya un cincuentón, y el aspirante a presidente del Partido Justicialista bonaerense, Máximo Kirchner, con 43 años. Si cada movimiento cumpliera su recorrido lógico, la aspiración por controlar localmente el partido debería llevar a Máximo Kirchner a ser candidato a gobernador (como su padre en Santa Cruz) en 2023 y, en ese caso, que Axel Kicillof pasara a disputar un cargo ejecutivo nacional, compitiendo contra Sergio Massa en unas PASO si Alberto Fernández cumpliera un papel similar al de Adolfo Suárez, o como vicepresidente de Alberto Fernández si Cristina Kirchner se aburriera de conducir el Senado y tuviera resueltas sus causas judiciales, esto último poco probable.

Desde Juntos por el Cambio, el ranking generacional de esa franja etaria coloca a Horacio Rodríguez Larreta, con 55 años, y a María Eugenia Vidal, con 47. Cruzando la frontera de los 60 están el propio Mauricio Macri, con 61 años, igual que Alberto Fernández y Patricia Bullrich, con 64.

No es improbable que la Argentina futura pueda llegar a tener como líderes de las dos coaliciones gobernantes a dos personas que son más cercanas entre ellas que ellos mismos a cualquiera de su coalición. Sergio Massa define a Rodríguez Larreta como su “hermano”, textualmente. Massa, con 48 años, es un año más joven que Kicillof. Él mismo cuenta que cuando recién se había mudado a Tigre siendo ya diputado provincial, con 27 años, comenzó su carrera para llegar a ser intendente. Allí lo llamó quien ocupaba ese cargo, Ricardo Ubieto, una especie de prócer de la política de la zona norte del Conurbano, mítico intendente durante treinta años, quien le propuso que no compitiera sino que se sumara a su armado. Massa le respondió: “Yo tengo lo que a usted le falta, tiempo, y lo puedo esperar”. Ubieto murió seis años después, en 2006, y Massa fue electo intendente de Tigre en 2007.

En su columna, Gustavo González cita a Alberto Fernández sosteniendo que Massa es el político más preparado para ser presidente por su paso por la Anses, una intendencia, la Jefatura de Gabinete y la presidencia de la Cámara de Diputados. Debe haber una proyección en ese juicio, Alberto Fernández también tuvo muy joven, a los 30 años, a cargo un organismo estatal importante económicamente: la Superintendencia de Seguros, luego fue legislador y jefe de Gabinete. Así como esperó seis años a Ubieto, también Massa podría esperar, si fuera necesario, que Alberto Fernández terminara hasta un eventual segundo período presidencial y recién en 2027 tendría 54 años.

Elisa Carrió, con 64 años y habiendo anunciado su retiro, no se resigna y anuncia su regreso a la competencia electoral. También en la última edición de la revista Noticias Hernán Lombardi, promotor de las marchas del “Sí se puede” en 2019, con las que Juntos por Cambio logró remontar las PASO de 2019 hasta alcanzar el 41% de los votos, anticipa que “Mauricio Macri hará campaña”. Probablemente no se refiera a ser candidato sino a intervenir en el discurso público condicionando a Rodríguez Larreta mediáticamente. Crecen las versiones no confirmadas de que Macri y sus amigos habrían invertido por tres años 14 millones de dólares para que La Nación+ pudiera tener una programación más contundentemente opositora.