Independiente venció a Fénix y Silvio Romero alcanzó un récord de Bochini. El capitán del «Rojo» marcó el 1 a 0 y llegó a su 11° gol internacional. Igualó al «Bocha» y a Alejandro Barberón. El «Rey de Copas» está en cuartos de final.
Independiente pasó a cuartos de final de la Copa Sudamericana tras derrotar como local por 1 a 0 a Fénix de Uruguay, al cabo de un aceptable encuentro disputado esta noche, en el estadio «Libertadores de América», por la revancha de los octavos de final.
Silvio Romero, a los 24 minutos del primer tiempo, marcó la diferencia a favor del conjunto de Avellaneda, que ya había goleado a su rival en la ida por 4 a 1. Con ese tanto, el capitán del «Rojo» suma 11 en torneos internacionales y alcanzó el récord de Ricardo Enrique Bochini y Alejandro Barberón.
El equipo «charrúa» terminó el match con diez jugadores debido a la expulsión del defensor Fernando Souza, a los 48 del primer período.
El dueño de casa jugó con comodidad al tener la serie casi definida ante un adversario que de antemano pareció resignado a su suerte y en la próxima instancia enfrentará a Lanús.
Apenas 24 minutos duró el partido bajo el cielo lluvioso de Avellaneda. Eso fue lo que tardó Independiente para poner el 1-0 y liquidar la serie de octavos de final de la Copa Sudamericana con Fénix, que había empezado con una goleada a favor en Uruguay.
Los de Pusineri se soltaron con la tranquilidad del primer resultado y no tuvieron problemas para sellar el pasaje a cuartos, en donde se cruzará con Lanús, y estirar su invicto a 11 encuentros.
Con la paciencia de una araña, el Rojo fue tejiendo pase a pase lo que terminó siendo un verdadero golazo por la sucesión de toques hasta la definición de cara al arco de Silvio Romero, el goleador insaciable del Diablo. Fue la mejor jugada del equipo dirigido por Lucas Pusineri desde el retorno del fútbol.
Desde abajo, buscando los espacios adecuados, Independiente fue hilvanando pases generando superioridad numérica entre líneas adversarias. Así pisó el área de Guillermo De Amores y cuando Romero se mostró le llegó la pelota justa para ponerle la frutilla a la sensacional maniobra colectiva.
Esto terminó de sepultar las mínimas ilusiones con las que Fénix había cruzado el Río de la Plata, tras haber caído 4-1 en la ida. Juan Ramón Carrasca había planteado un sistema ofensivo para salir a buscar los gritos necesarios con un sistema 3-3-3-1.
Sin embargo, al golpe del Chino Romero le siguió la expulsión a instancias del VAR de Fernando Souza sobre el final del primer tiempo. La resignación se instaló en Fénix, que estuvo lejos de resurgir de sus cenizas ya que no pudo ni patear al arco.
Con el control absoluto, Pusineri movió el banco, cuidó piernas y el local reguló el ritmo a tal punto que por algunos momentos todo pareció un entrenamiento. Así y todo debió haber estirado la ventaja. Alan Velasco tuvo la suya, Romero estrelló un zurdazo en el travesaño y Pablo Hernández, Andrés Roa y Alexander Barboza hicieron revolcarse a De Amores, que sacó todo ante la pasividad de sus compañeros.
Pusineri sigue suspirando de satisfacción, su Independiente avanza en ambas competencias y se anima a soñar.
