«La participación de la población en las elecciones generales llegó al 87%»

El presidente del ente electoral identificó 10 puntos importantes en la realización de los comicios. Un 91 % de los sobres con las actas de cómputo ya llegaron a los entes departamentales

Se trata de uno de los porcentajes más altos en la historia del país. El Tribunal Supremo Electoral (TSE) informó este lunes que un 87 % de los 7,3 millones de electores habilitados acudió a sufragar en la víspera.

Salvador Romero, titular de esa instancia, destacó que ese dato supera incluso al 84 % alcanzado en 2005, que era el pico más alto de participación de la población en un proceso electoral en los últimos años.

“Este 87 % es superior al promedio boliviano de participación electoral, que ronda el 80 %. Es uno de los porcentajes más altos de la historia boliviana, uno de los más elevados en América Latina en el siglo XXI”, dijo.

La autoridad identificó 10 hitos importantes durante los comicios, entre ellos, que el 91 % de los sobres con las actas de cómputo ya se encuentran en los tribunales departamentales, mientras que el resto, por encontrarse en sitios alejados de las capitales, demorarán hasta dos días en llegar.

Recalcó también que el compromiso es cerrar lo antes posible la verificación de los datos, enfatizando que el TSE cumplió su mayor premisa “tener una elección limpia, transparente, con un resultado reconocido por los actores políticos, por la sociedad y la comunidad internacional”.

Ganador de las elecciones Quién es Luis Arce, el presidente electo de Bolivia

El delfín político de Evo Morales y ex ministro de Economía consiguió un contundente triunfo en las elecciones del domingo, que le permite al MAS regresar al poder tras las denuncias de fraude en los comicios de octubre de 2019

El economista Luis Arce, que dio la gran sorpresa al ganar la presidencia de Bolivia en primera vuelta el domingo según el conteo rápido, se benefició del capital político construido durante décadas por el ex mandatario Evo Morales.

Su inesperado triunfo en la primera ronda, no anticipado por las encuestas, pavimenta el regreso a Bolivia de Morales desde su exilio en Argentina y sirve al líder del Movimiento al Socialismo (MAS) para reivindicarse políticamente, 11 meses después de su dimisión en medio de una convulsión social.

“El MAS ha ganado las elecciones ampliamente, incluyendo la Cámara de senadores y diputados. Bolivia tiene a Arce de presidente(…) Lucho (apodo del candidato del MAS) será nuestro presidente (…), el devolverá a nuestra patria el camino del crecimiento económico”, dijo el ex presidente boliviano desde Buenos Aires.

Arce ganó las elecciones como abanderado de la bonanza económica del gobierno de Morales (2006-2019), cuando él era ministro de Finanzas.

Economista de 57 años, estudió en la estatal Universidad Mayor de San Andrés en La Paz e hizo una maestría en la universidad británica de Warwick.

Trabajó 18 años en el Banco Central, donde ocupó diversos cargos, y fue ministro de Economía y Finanzas casi todo el periodo de Morales, con una pausa de 18 meses. Tiene un perfil más tecnócrata que político. También se dedicó a la docencia y encabezó numerosos cursos en universidades de Bolivia, Estados Unidos y otros países de América Latina, entre ellas Harvard, Columbia y la Universidad de Buenos Aires.

Bajo el mandato de Morales, Bolivia elevó su Producto Interno Bruto (PIB) de 9.500 millones de dólares anuales a 40.800 millones y redujo la pobreza del 60% a 37%, según datos oficiales.

La bonanza permitió pagar bonificaciones a miles de mujeres embarazadas, escolares y ancianos, e inversiones millonarias para intentar industrializar el litio y el gas natural. “Tomamos decisiones adecuadas que llevaron a nuestro país a liderar varios indicadores económicos y sociales en la región”, señaló Arce tras ser designado abanderado presidencial del MAS, honor que siempre había tenido Morales.

Durante su gestión a cargo del ministerio de Economía, una de sus medidas más importantes -y polémicas- fue una serie de nacionalizaciones, como la de los hidrocarburos. El flamante presidente de Bolivia sostuvo que esa medida fue uno de los pilares de la recuperación económica del país.

Arce renunció al cargo en 2017 tras sufrir un cáncer de riñón. Luego de una larga recuperación en Brasil, volvió a Bolivia y retomó el puesto.

Con fuertes críticas al gobierno transitorio de Jeanine Áñez, hizo campaña afirmando que “la economía no es un juego”, una forma de llevar agua a su molino como conocedor de los tejemanejes de la economía boliviana.