El futuro del litio bolivano después de las elecciones

Luis Arce, candidato del Movimiento al Socialismo (MAS) dijo que va a continuar la industrialización que había empezado Evo Morales. Por su parte Carlos Mesa, de Comunidad Ciudadana, sostuvo que avala la conformación de una empresa mixta. Luis Fernando Camacho prometió más ingresos para Potosí.

La industrialización del litio es una de las promesas electorales que más se repitió en Bolivia durante la campaña. En este país se encuentra una de las mayores reservas del mundo, específicamente en el salar de Uyuni, en la región andina de Potosí. Es un metal alcalino que se usa principalmente para la producción de baterías, con una gran demanda a nivel mundial. El candidato del Movimiento al Socialismo (MAS), Luis Arce, prometió continuar con el modelo de industrialización que comenzó en la presidencia de Evo Morales. Además sostuvo que generarán más de 25 mil nuevos puestos de trabajo en esta industria. Por su parte el candidato Carlos Mesa de Comunidad Ciudadana (CC) dijo que favorecería la conformación de empresas mixtas para explotar esta materia prima. Luis Fernando Camacho, de Alianza Creemos, llevó como compañero de fórmula a Marco Pumari, oriundo de Potosí. Pumari prometió conseguir mayores ingresos para la región con la exportación del litio. Las elecciones en Bolivia son el próximo domingo.

El litio ocupó un lugar destacado en la escena política boliviana tras el golpe de Estado de noviembre pasado. Morales denunció que los artífices de su salida del poder tenían por objeto entregar esta materia prima a Estados Unidos. «En Bolivia podríamos definir el precio del litio en el mundo», había asegurado el expresidente durante una entrevista con el también exmandatario de Ecuador Rafael Correa. Bolivia posee casi el 40 por ciento de la producción mundial de litio. Además de Uyuni, también se produce, aunque en menor medida, en los yacimientos de Pastos Grandes, también en Potosí, y de Coipasa, ubicado en la frontera con Chile. Según las estimaciones que había realizado el gobierno de Morales, la producción podría pasar de 15 mil toneladas en 2019 a 100 mil en 2023. Para eso el MAS había instalado dos plantas industriales para obtener los derivados de este producto: cloruro de potasio y carbonato de litio. Además había construido más de 2.400 hectáreas de piscinas de evaporación, necesarias para el procesamiento de esta materia prima.

A diferencia de otros países del mundo la extracción del litio boliviano necesita mayor tecnología. La altura y la humedad funcionan como un obstáculo para su evaporación. Por ese motivo el gobierno Morales había firmado contratos con empresas de Alemania y China, para conformar un capital mixto que permita la explotación. Sin embargo durante el proceso de convulsión social posterior a las elecciones de 2019, el expresidente dio de baja el contrato con la empresa ACI Systems Alemania (ACISA). Ahora Arce señaló nuevamente la necesidad de contar con capitales privados. “Industrialización soberana del litio mediante alianzas estratégicas que podrán ser con inversión extranjera y nacional, por medio del manejo del Estado”, puede leerse en la web del MAS.