Perú, el país con la tasa de mortalidad más alta del mundo por COVID-19 y el sexto a nivel global en contagios acumulados, afronta desde este martes una nueva huelga de médicos de 48 horas y protestas a nivel nacional por las condiciones laborales en la frágil sanidad pública peruana.
Esta nueva huelga, similar a la que ya se vivió el mes pasado, se produce con los contagios y muertes por coronavirus en claro descenso, pero con los médicos como uno de los colectivos más afectados por la crisis sanitaria, pues 199 han muerto por el virus y más de 4.000 se han infectado.
“La pandemia ha desnudado la cruda realidad del sistema de salud en el país. El Gobierno no ha sabido estar a la altura de la prevención de la salud pública a nivel nacional”, aseguró a EFE el secretario general del Sindicato Nacional Médico del Seguro Social del Perú (Sinamssop), Teodoro Quiñones.
La paralización se centra esta vez en los hospitales del sistema EsSalud, uno de los dos grandes brazos de la fragmentada sanidad pública peruana, que depende del Ministerio de Trabajo y es administrado de manera autónoma al Ministerio de Salud, con un presupuesto anual de 12.000 millones de soles (unos 3.344 millones de dólares).
Este seguro social atiende a trabajadores regularizados, una minoría en el mercado laboral de Perú, donde más del 70 % trabaja de manera informal e irregular.
A la huelga, convocada por el Sinamssop, que agrupa a unos 10.500 médicos, odontólogos y farmacéuticos, se ha solidarizado la Federación Médica del Perú (FMP) con plantones en los hospitales dependientes de los otros sistemas de salud del Estado.
“Calculamos que será acatada por el 90 %” del personal sanitario, afirmó Quiñónes. Durante estos dos días dejarán de atender consultas presenciales, teleconsultas, cirugías programadas y los servicios de farmacia estarán restringidos, pero las áreas críticas y de emergencia, donde están incluidos los pacientes de COVID-19, funcionarán con normalidad.
Desde primera hora de la mañana de este martes hubo pequeñas concentraciones de decenas de médicos frente a los hospitales como el Edgardo Rebagliati, de Lima, que es el más grande de Perú. Allí exhibieron pancartas que pedían mejorar sus derechos laborales y mejores condiciones de seguridad para realizar su trabajo.
Quiñones anticipó que, en caso de que no se atiendan los reclamos de su gremio con esta huelga de 48 horas, lo siguiente será convocar a una huelga indefinida.
El líder sindical afirmó a EFE que su principal reclamo es la salida de la presidenta de EsSalud, la ex ministra Fiorela Molinelli, a quien consideran “culpable de todo”.
“Nosotros estaríamos agradecidos si el presidente (Martín Vizcarra) retira a Molinelli. Con eso estaríamos en condiciones de levantar el paro”, aseguró Quiñones.