El Gobierno propuso anular los aumentos de luz del macrismo: a cuánto se iría la tarifa

Se trata de una recomendación al Ministerio de Desarrollo en medio del congelamiento tarifario. Qué opinan los especialistas

El ente regulador de la electricidad (ENRE) propuso anular los aumentos de las tarifas de luz para Capital y el Gran Buenos Aires aplicados desde el año 2016, durante el Gobierno de Mauricio Macri. Bajo el argumento de que fueron “ingresos extraordinarios reconocidos para las empresas se determinaron de forma poco transparente, se tradujeron en tarifas exorbitantes, se omitieron los procesos administrativos internos del ente regulador”, el organismo se sumó de esta manera al debate sobre el congelamiento de las tarifas decidido por el Gobierno el año pasado y prorrogado como resultado de la pandemia.

Especialistas del sector señalan que hoy el servicio se sostiene en base a un subsidio parcial que se haría insostenible para el Estado en caso de anular los ajustes de los últimos cuatro años. Y llevarían a las boletas hogareñas de los porteños a costar casi una séptima parte de lo que valen hoy.

El interventor del ENRE, Federico Basualdo, presentó la semana pasada un informe en el que analiza la Revisión Tarifaria Integral (RTI) llevada a cabo por el Gobierno de Cambiemos entre 2016 y 2019. La conclusión es la recomendación de anular esos aumentos, devolviendo a las tarifas a sus valores previos.

En ENRE sólo tiene incidencia en las áreas de cobertura de de Capital y Gran Buenos Aires, ya que el resto de las distribuidoras del país responden a los organismo de control provinciales. Con lo cual, la propuesta sólo tendría impacto en los precios de la electricidad en el área metropolitana de Buenos Aires.

Una casa que consume 252 kilowats al mes paga hoy $1.747 mensuales. Para volver a las tarifas de 2015 esa misma factura debería valer $252 mensuales a precios constantes, menos de $50 al mes a los valores de ese entonces

La sugerencia del ente regulador al Ministerio de Desarrollo Productivo, que conduce Matías Kulfas, no es compartida por todo el Gobierno. El propio ministro es partidario del congelamiento de los precios en medio de la pandemia, lo que postergó la actualización que originalmente se había planificado para mediados de este año. Pero también de actualizaciones en los servicios público que eviten un atraso como el que se acumuló hasta 2015. Las mayores necesidades en materia de subsidios que le generaría al Tesoro echar atrás los aumentos de los últimos años también hacen que el ministro de Economía, Martín Guzmán, también tenga una opinión distinta.

Después de más de una década de virtual estabilidad y atraso, las tarifas de la electricidad en el área metropolitana de Buenos Aires empezaron a ser ajustadas en 2016. Desde entonces, seis aumentos las llevaron a su nivel actual.

Una estimación del Centro de Investigación en Política Energética (CIPE) que toma un consumo de una casa de los niveles más modestos en materia de uso de artefactos eléctricos, unos 252 kilowats por mes, grafica el cambio. Se basa en el consumo teórico boleta de un hogar porteño en el que funcionan una heladera, un televisor, un termotanque, cuatro lámparas una estufa y un caloventor.

La boleta de ese hogar bastante frugal, antes de impuestos, cuesta hoy $1.747 mensuales. Si se volviera a las tarifas de mayo de 2015, antes de la aplicación de la RTI, ese valor mensual bajaría a $236 mensuales de hoy. El ejercicio está hecho en pesos constantes para captar el efecto de la inflación, si se mantuviera en pesos corrientes o nominales –a precios de 2015– serían menos de $50 por mes.