El primer ministro de Australia, Scott Morrison , dijo en tanto que su país no se va a dejar intimidar por este tipo de «coerciones» de parte del gobierno chino.
El Ministerio de Educación chino pidió anteayer a los estudiantes reconsiderar la idea de trasladarse a Australia tras una serie de episodios de «discriminación contra asiáticos durante la pandemia». Pocos días antes, el Ministerio de Turismo había emitido una alerta acerca de viajes a Australia por el riesgo de agresiones racistas.
Pero tanto el gobierno australiano en Camberra como sus diplomáticos en Pekín rebatieron hoy esas denuncias, y protestaron formalmente por haber sostenido que su país era peligroso para los viajeros y universitarios , señalando que no existen pruebas.
Al mismo tiempo, mucho ciudadanos chinos -en particular estudiantes internacionales en Australia- defendieron a este país como destino al afirmar que se sienten seguros, no obstante la advertencia de las autoridades chinas.
La directora ejecutiva de la Universities Australia, que representa a todas las universidades, Catriona Jackson, se mostró confiada en que cualquier ataque racista contra estudiantes extranjeros sería tratado con suma severidad por las universidades y la policía.
«Australia es uno de los lugares más seguros del mundo y las universidades están comprometidas en hacerlo más seguro», agregó.
La tensión comenzó con la imposición china de onerosas restricciones a las exportaciones de carne bovina y de cebada australianas , en represalia luego de que Australia promovió una investigación independiente sobre el origen del coronavirus en China y criticó a Pekín por su actuación en las protestas que tuvieron lugar en Hong Kong.