El director por el Cono Sur ante el Fondo Monetario Internacional (FMI), Sergio Chodos, afirmó que la Argentina continúa negociando con los acreedores para resolver el tema de la deuda en un marco de «mayor comprensión» y de «acercamiento entre las partes».
«Hay mayor comprensión, un acercamiento entre las partes y un nivel de responsabilidad incremental en varios de los actores del lado de los acreedores», dijo Chodos, quien destacó el reconocimiento de los acreedores respecto a las «restricciones que tiene la Argentina».
«Se sigue negociando con toda la voluntad de ambas partes de llegar a un acuerdo», subrayó el ex secretario de Finanzas en declaraciones radiales.
El viernes pasado, tras la prórroga del plazo hasta el próximo 2 de junio para que los acreedores informen si aceptan ingresar al canje, el gobierno argentino y los principales grupos de tenedores firmaron un acuerdo de confidencialidad para continuar negociando en secreto los detalles de un potencial acuerdo.
Este fin de semana, en base a trascendidos periodísticos, el Gobierno habría presentado una oferta que en términos de valor presente neto rondaría un recupero de 45 centavos por dólar, lo cual implica una mejora de un poco más de 10% respecto a la oferta original presentada el pasado 17 de abril.
En lo que respecta a las negociaciones con los tenedores, Chodos, un abogado con especialización financiera que también fue director del Banco Central, dijo que «si hay una nueva oferta debería haber una modificación del plazo del 2 de junio» comunicado por el Ministerio de Economía el jueves pasado, debido a los plazos que demanda el proceso de la operación.
«Como por ahora la Argentina no ha modificado la oferta originaria a los acreedores, el plazo de extensión fue hasta el 2 de junio», explicó.
Sobre el punto actual de las tratativas, el funcionario dijo que «más que pensar dónde está la pelota en la cancha, en esta instancia hay más una mesa de diálogo».
Chodos sostuvo que la contraoferta presentada semanas atrás por el fondo inversor BlackRock, uno de los mayores acreedores del país, estaba «muy por encima de los parámetros lógicos y claramente significaba una negación de la misma necesidad de reestructuración».
No obstante, aclaró que «desde entonces hubo una mucho mayor aproximación con ese fondo y con los demás acreedores».
El acercamiento de BlackRock fue uno de los motivos que llevó al ministro de Economía, Martín Guzmán, a decidir la extensión de plazos, con el objetivo de seguir negociando.
En el interín, el viernes pasado, se produjo el fin del período de gracia para el pago de un bono por 503 millones de dólares, que el Gobierno no abonó, debido a que ese título forma parte del canje de deuda.
No obstante el incumplimiento, algunos de los mismos acreedores admitieron su especulación de que se trataría de un «default corto», en vistas de la continuidad de las negociaciones y de la voluntad de las partes de llegar a un arreglo, tal como señaló Hans Humes, la cara visible del fondo Greylock y voz del Argentina Creditor Committe Bondlholder Group.
En lo que respecta a los problemas derivados a nivel global por el coronavirus la cuestión de la deuda, Chodos subrayó que la Argentina «trató de evitar esconderse atrás de la pandemia o de otros datos objetivos, lo que hizo es un esfuerzo ingente para permitir que exista la posibilidad de llegar a esta reestructuración, ya que había un default virtual en el sentido de que la capacidad de pago estaba agotada».
El director ante el FMI insistió en que «vemos responsabilidad e interés en las partes de llegar a un acuerdo manteniendo lo más importante, que es que tener la deuda alineada a la capacidad de pago».