«Estamos viviendo tiempos duros y difíciles y sé que muchas familias chilenas no lo están pasando bien y nos pareció justo y necesario reducir las rentas más altas de la administración del Estado para poder ir con más y mejor ayuda a la clase media, a la gente que más lo necesita», dijo el presidente Sebastián Piñera , al promulgar la iniciativa que había ingresado hacía seis años al Congreso pero que obtuvo urgencia tras la irrupción del Covid-19.
La reforma constitucional crea una comisión técnica que fijará periódicamente las remuneraciones de las altas autoridades del Estado y sus asesores, «con un criterio técnico, objetivo y de austeridad», dijo Piñera. Inicialmente, hay un plazo de 30 días desde la publicación de la ley para fijar la remuneración de los ministros y parlamentarios, y de 90 para el resto de las autoridades. Posteriormente, una comisión determinará la remuneración de las autoridades y de los asesores directores cada cuatro años.
La iniciativa para rebajar el sueldo de los parlamentarios había sido ingresada en 2014 por diputados del Frente Amplio (oposición) que buscaban una rebaja del 50% de la dieta parlamentaria en Chile, considerada una de las más alta del mundo, con un salario bruto de unos 11.500 dólares más otro monto similar por asignaciones, muy por encima del salario mínimo del país de casi 400 dólares.
La iniciativa de recortar los salarios de los funcionarios de alto rango también fue aplicada por otros países. Luis Lacalle Pou, el presidente de Uruguay, anunció a finales de marzo una rebaja de sueldos públicos para recaudar fondos contra el coronavirus. El recorte correspondía a los funcionarios que cobran más de 80.000 pesos uruguayos y también aplicaba para las jubilaciones públicas. Se extendió por dos meses con posibilidad de extender la medida según la evolución de la «situación económica del país», según consignó el diario uruguayo El Observador. Lo recaudado por ese monto se destinó al «Fondo Coronavirus» para ayudar con los gastos vinculados a combatir el Covid-19.
En Nueva Zelanda, la primera ministra, JacindaArdern, y el resto de su gabinete, decidieron donar el 20% de su salario durante seis meses a partir de mayo para contribuir a la lucha contra el Covid-19. «Es un reconocimiento de que cada persona y organización tiene su rol en la lucha común contra el coronavirus para salvar vidas», indicó en un comunicado Ardern cuando decretó la medida.
También Paraguay, golpeado a principios de año por la epidemia de dengue que incluso contagió al presidente Mario Abdo Benítez, y luego por la del coronavirus, se anunciaron recortes de sueldos y otros beneficios en la función pública durante tres meses como parte de las medidas de emergencia. Se aplicó un recorte del 10% de los salarios superiores a cinco sueldos mínimos y del 20% a quienes ganen más de diez salarios mínimos. En tanto, según la medida, el tope de salarios de funcionarios y jefes de las empresas binacionales (las represas de Itaipú y Yacyretá) no pueden superar el salario del presidente.
Otros países, si bien no recortaron el salario de sus funcionarios, sí tomaron otras medidas de austeridad en medio de la pandemia. En Ecuador , el presidente, Lenín Moreno, anunció un plan para reducir el horario de trabajo y los salarios de empleados públicos . «Hemos solicitado un esfuerzo a nuestros servidores públicos. Les hemos pedido trabajar 25% menos de tiempo y tener 16% menos de ingresos, para invertir ese ahorro en salud y en préstamos fáciles para nuestros emprendedores», expresó Moreno.