En plena cuarentena los ahorristas ya se llevaron US$ 1.000 millones de los bancos

El 20 de abril se habilitó el retiro por ventanilla. Desde esa fecha el goteo no cede. El sistema tiene liquidez para responder por dos tercios de los depósitos.

No hay avalancha. No hay drenaje. Pero sí un goteo persistente, que aún después de los primeros días de más ansiedad contenida, no se detiene. Desde que el 20 de abril los ahorristas tuvieron la posibilidad de acceder a su ahorro en dólares en los bancos, ya retiraron US$ 1.000 millones.

Los datos del Banco Central, actualizados al 12 de mayo, muestran que en esos 16 días hábiles los depósitos privados en dólares pasaron de US$ 18.300 millones a US$ 17.285 millones. En 9 días de abril, la salida fue de US$ 532 millones, mientras que en 7 días de mayo alcanzó US$ 472 millones, lo que habla de un ritmo sostenido.

De lo que habla también es de la extrema incertidumbre del momento, desde lo sanitario hasta lo económico, sin mencionar la memoria clara y traumática de episodios en los que los peores temores se materializaron. La falta de certeza en cuanto a la reestructuración de la deuda también le mete presión a estos depósitos.

Algunos los llevan a su casa, otros van con sus dólares de la ventanilla a la caja de seguridad. Están quienes retiran todo y también quienes se llevan sólo montos menores, quizás para venderlos en el blue. Son en su mayoría ahorristas, cuentan en los bancos, no pymes.

Los montos varían mucho a diario, con picos de más de US$ 150 millones pero un promedio de US$ 65 millones. En todos los casos, hay que tener un turno previo, que se tramita online, para poder hacer el retiro.

¿Cómo poner en perspectiva estas cifras? Este año, los depósitos en dólares habían subido US$ 679 millones en todo enero y habían retrocedido US$ 421 millones y US$ 363 millones en febrero y marzo, respectivamente.

Pero éstos fueron meses calmos. Entre agosto y noviembre del año pasado el sistema sufrió una sangría de dólares que prácticamente redujo el stock a la mitad en medio de la tensión electoral. El peor mes fue septiembre, con la salida de US$ 8.000 millones.

Los bancos hoy no cargan, como en otras épocas, un problema de descalce de moneda, por lo que tienen espalda para responder a estos retiros. Esto es, sólo le prestan dólares a quienes tienen sus ingresos atados a esa moneda y estas líneas de financiamiento tienen poco peso.

Martín Vauthier, director de Eco Go, lo explica: «La intermediación en moneda extranjera presenta un alto nivel de liquidez. Básicamente por las regulaciones que se implementaron después de la crisis del 2001, cuando se apuntó a que los depósitos sólo se pudieran prestar a empresas con ingresos vinculados al tipo de cambio, exportadoras o sus proveedoras. Eso derivó en que los depósitos en dólares siempre excedieron en gran medida a los préstamos. Por eso la capacidad que tuvo el sistema para afrontar la salida de depósitos, primero la que ocurrió en 2011-2012 y luego la del año pasado».

Y lo pone en números: «Hoy la liquidez que tienen los bancos en moneda extranjera tanto en lo que son fondos en dólares depositados en el Banco Central como encajes más la liquidez que tienen en las propias sucursales es equivalente a dos tercios del stock de depósitos».

Efectivamente, unos u$s 10.734 millones están «estacionados» en el Banco Central como respaldo precisamente para situaciones de estrés. Son los llamados encajes, que se computan como si fueran parte de las reservas del BCRA.

Por eso el retiro de depósitos en dólares desinfla las arcas en un momento poco oportuno en el que de por sí están fragilizadas, aunque no es más que un efecto «cosmético»