«Jamás, desde que existe registro, había sucedido una variación de ese tipo», asegura Antonio Sánchez, presidente de la Cámara de Comercio local al analizar las cifras entregadas por la Dirección del Trabajo, las cuales son preocupantes. Solo entre enero y abril de este año 57.188 trabajadores de la región de Antofagasta recibieron su carta de despido. Cifra que representa un 87% más de las registradas en igual periodo del año 2019.
Al momento de ir al desglose, a partir de febrero los despidos simplemente se dispararon registrándose solo en abril un total de 18.438 personas que se quedaron sin sus puestos de trabajo.
Los datos también permiten dar una perspectiva de la región de Antofagasta respecto al resto del país comparando la variación sufrida entre abril del 2019 vs abril del 2020. «Si bien, donde se produjo mayor variación fue en las regiones de Arica y Tarapacá, la cantidad de trabajadores es muchísimo más alta en Antofagasta porque tenemos también una fuerza laboral más grande», complementa Sánchez.
¿Tocamos techo como región?
Esto todavía va a continuar. En los próximos meses las cifras se mantendrán altas. Ya vemos que en los primeros cuatro meses de este año ya llevamos más del 80% de los trabajadores despedidos que el año pasado.
Lamentablemente para Chile no pues tenemos otro problema que se nos viene. Hoy Chile está afectado seriamente por el problema sanitario pero ya tenemos comunicación que apenas esto se supere nuevamente van a surgir grupos provocando violencia lo que hace que la actividad empresarial tenga una visión mucho más negativa que otras partes pues esto una vez superado la economía tendría que recuperarse pero si nosotros insistimos internamente el seguir destruyendo y provocando violencia, efectivamente la recuperación no vendrá pronto.
La alcaldesa Karen Rojo -en una entrevista en Timeline.cl- indicó que el efecto de la crisis económica actual es el hambre ¿comparte sus palabras?
Sí, ya se está viviendo. Hoy la gente está pasando por las casas no pidiendo dinero, están pidiendo comida. Lamentablemente, por lo menos dos que yo vi pasar por mi casa, eran personas conocidas. Eran comerciantes ambulantes de la zona centro quienes al verme -pues no sabían donde vivía- se excusaron y me dijeron que tenían la necesidad de pedir alimentos porque no tenían qué comer. Ya no es algo que se vendrá, es algo que ya está ocurriendo y que se a a agudizar.
¿Cómo se puede enfrentar esta situación?
No veo que nadie tenga una solución y a mí tampoco se me ocurre una. A no ser que por lo menos se entregue una luz de esperanza que una vez superada la situación sanitaria pueda volver la tranquilidad para que la gente pueda trabajar. Pero, hoy yo no veo ninguna solución y es bastante pesimista el panorama.