Cuando el coronavirus se lleva todos los títulos y con motivos – en el país hay más de 360 muertos y 7500 contactos – la otra epidemia, el dengue, ya infectó a 32.223 personas y mató a 24 en la Argentina desde fines de julio de 2019, según el Boletín Epidemiológico nacional. En ese contexto, Jujuy es la provincia con mayor incidencia acumulada en ese período con 366,3 casos por cada 100 mil habitantes, seguida por Misiones (283,9), Salta (216,2) y La Rioja (204).
De acuerdo con el informe, el mayor aporte de casos está concentrado en la región Centro con 14.704 casos autóctonos seguido por la Región NOA con 11.303. En el noroeste se observó un aumento fuerte de casos entre la última semana de enero y mediados de marzo. La mayor cantidad de casos ocurrió entre el 12 y el 18 de abril y Jujuy, Salta y Tucumán son las provincias que aportan un mayor número de casos al total de la región.
Nuestra provincia ya ha declarado el estado de emergencia sanitaria por dengue y registra un total de 3308 casos. San Pedro, la ciudad más afectada, cuenta 1973 infectados; Yuto 633; Monterrico 300; Fraile Pintado 143 y San Salvador 89. Asimismo, Perico tiene 41 casos; Libertador 31; La Esperanza 18; Puesto Viejo 17; El Talar 15; Santa Clara 14; Calilegua 9; Caimancito 7; La Mendieta 5; Palpalá y El Carmen 4 cada una; Palma Sola 3; Reyes y Lozano, 1 caso cada una.
Desde julio del año pasado fallecieron 24 personas a causa del dengue en la Argentina y hay 11 muertes que se encuentran en investigación epidemiológica por sospecha de dengue. Murieron ocho mujeres y 16 varones, de entre 14 y 87 años.
¿Qué es el dengue?
El dengue es una infección viral transmitida por la picadura de las hembras de los mosquitos Aedes aegypti. En la Argentina circulan tres de los cuatro serotipos del virus: el 69% de los casos correspondió a DEN-1; el 29% a DEN-4 y el 2% a DEN-2. Es por eso que la mayor arma contra el dengue es reducir los criaderos de mosquitos, que son todos los depósitos de agua estancada. Si bien las lluvias y el calor son el contexto más favorable para el mosquito, la responsabilidad de mantener los ambientes limpios debe extenderse durante todo el año porque los huevos pueden permanecer en los recipientes aún en invierno.
Los síntomas aparecen tras un período de incubación que va de cinco a ocho días después de la picadura. Los más importantes son la fiebre alta y el dolor muscular, de articulaciones y retrocular. Pero también pueden incluir náuseas y vómitos, erupciones en la piel, sangrado de encías o nariz y debilidad general.
En caso de que una persona se infecte por segunda vez, la enfermedad puede convertirse en hemorrágica y provocar la muerte.