El presidente de la Nación, Alberto Fernández, consideró que la producción nacional de test rápidos para la detección de coronavirus facilitará el regreso del fútbol a puertas cerradas, «porque en 40 minutos se va a poder garantizar que ninguno de los 22 jugadores que entran a la cancha está enfermo».
«Cuando tengamos los test rápidos hechos en Argentina, los clubes van a poder garantizar que ninguno de los que entran a la cancha está enfermo, entonces podríamos dar ciertas reglas para que vuelva el fútbol», dijo el presidente en una entrevista con la periodista Ángela Lerena en las redes de TNT Sports.
«Yo siempre le pregunto a Ginés (González García, ministro de Salud de la Nación) Una cancha tiene 8.000, 9.000 metros cuadrados, ¿no puede haber 22 tipos jugando? Por eso hablo de los test rápidos», contó entre risas.
La elaboración de pruebas rápidas de detección del covid-19 será posible gracias al trabajo realizado por científicos argentinos, que elaboraron dos kits rápidos, de tecnología más sencilla que los PCR, que esperan ser aprobados la semana próxima por el Anmat
«No saben lo que extraño el fútbol», agregó Fernández, y apuntó: «Podemos ir poco a poco, viéndolo por TV. Eso les sirve a todos: a los clubes, a la televisión, a los jugadores y a todos, más allá de que esta emergencia sanitaria seguramente ha impactado en el estado físico de los jugadores. Por eso hay que ir de a poco».
A lo largo de la entrevista, el presidente consideró también que «el mejor Diego Maradona fue el de Argentinos Juniors», en el que debutó en 1976, y recordó como «el momento más emotivo» en su vida como hincha el partido en el que el equipo de La Paternal envió a San Lorenzo a la Primera B, en 1981.
Además se calificó como un hincha «moderadamente puteador», aseguró que «es muy distinto ser de un equipo grande que ser de uno chico» y dijo que «el fútbol es una pasión que completa el alma de los argentinos».
«El mejor Diego fue el de Argentinos. Yo lo veía de antes, era un mocoso que daba vueltas por la cancha haciendo jueguitos sin que se le cayera la pelota -recordó-. Tenía ese don natural que lo hacía un jugador extraordinario y lo vi hacer cosas increíbles, de otro mundo, como cuando (Hugo) Gatti le dijo que era un gordito y él se tomó revancha haciéndole cuatro goles».
«La comparación con Lionel Messi es injusta, porque el de ahora es otro fútbol. Yo a Maradona le vi hacer cosas que no le vi a ningún otro. Le armaban un equipo con diez escobas y lo hacía ganar. Definitivamente Diego es de otro mundo», puntualizó.
El presidente recordó con especial cariño «el Argentinos que ganó la Libertadores del 85 y jugó la Intercontinental con la Juventus», pero dijo que su momento más emotivo fue en 1981, cuando el equipo de La Paternal envió al descenso a San Lorenzo al vencerlo por 1 a 0 en cancha de Ferro.
«Fue la única vez en mi vida que me metí a festejar a la cancha», confesó.
Fernández admitió también ser «un hincha moderadamente puteador» pero no contra los jugadores de su equipo «sino contra el árbitro o contra los contrarios»; y suscribió a la idea de «paladar negro» que identifica a los simpatizantes de Argentinos Juniors.
Nos gusta que el equipo juegue bien. Argentinos es una cantera inagotable. Yo siempre los cargo a los hinchas de Boca porque conocieron el fútbol gracias a nosotros -señaló.- Los dos 10 más grandes de su historia se los dimos nosotros, primero con Diego y después con (Juan Román) Riquelme».
El presidente refirió también que es «muy distinto ser hincha de un equipo grande que de un equipo chico» y los comparó con ser «hinchas de una multinacional o de una pyme, a las que todo les cuesta más»; contó que también sigue a la Selección «pero se siente de distinta manera, lo del club es más irracional, más emotivo»; y remarcó la importancia del fútbol para los argentinos.
«El fútbol es una pasión con la que sufro y disfruto. Todos, en mayor o menor medida, tenemos amor por el fútbol; a los argentinos nos completa el alma, es parte de nuestra identidad. Y eso es lo que más rescato del fútbol», concluyó.